¿Cómo puede regenerar la democracia un partido que sostiene con sus votos al gobierno socialista andaluz, el mas minado por la corrupción en toda España y defensor de casi todo lo que Ciudadanos afirma rechazar: impuestos abusivos, clientelismo, baja calidad en los servicios públicos, control obsesivo de la sociedad, ocupación sistemática y anulación de la sociedad civil y una política tan fracasada que mantiene a Andalucía como una de la región con mas desempleo y atraso de España y de toda Europa?
El comportamiento de Ciudadanos en Andalucía es una rémora para el crecimiento del partido de Albert Rivera en España y pone en duda la sinceridad de los planteamientos y deseos de regeneración expresados por ese partido.
Ciudadanos se presenta como el partido de la responsabilidad, el cambio, la regeneración y la limpieza democrática, pero en Andalucía actúa como la muleta que el PSOE necesita para mantenerse en el poder y sostener su política.
Ciudadanos otorgó a Susana Díaz los votos que necesitaba para presidir la Junta, pero prometió mantenerse al margen del gobierno y funcionar como oposición crítica, una promesa que incumple una y otra vez al mismo tiempo que se transforma en el auténtico aliado fiel del socialismo andaluz, un comportamiento altamente comprometedor para la imagen y la credibilidad de Ciudadanos en el resto de España.
Muchos de los andaluces que esperan una regeneración y un gobierno que termine con las lacras corruptas, la injusticia y el permanente atraso de Andalucía esperaban que la alianza con Ciudadanos cambiaría y mejoraría la política andaluza. Pero esa esperanza, por el momento, es vana.