El lapsus

Por Francescbon @francescbon
Por las amistades argentinas que frecuentan estas páginas, me hubiera gustado que el Tata Martino triunfara en el Barça. Por los propios triunfos del Barça, claro, y para empezar a confeccionar otra de esas descabelladas teorías que lo explica todo en el Universo. Pero no. Casi va a ser un descanso, visto que tres de los últimos posts de este blog han tenido relación con el fútbol, y nada más lejos de mi intención. Creo que es mejor hoy, 17 de mayo, (considerando que a mí el Mundial me la trae al pairo, excepto por el puro divertimento de ver partidos) proclamar a los cuatro vientos que me van a sentar bien esos tres meses largos hasta que la temporada 2014-2015 se ponga en marcha. Que no pondré la radio ni leeré webs de periódicos deportivos porque no tendrán más que los rollos de siempre. Especulaciones con fichajes que no me ilusionen y  bajas que me causen dolor. Hoy: el análisis de los motivos por los cuales todo ha ido mal (curioso: un gol y ese análisis sería de los motivos por los cuales todo ha ido bien). Una semana de revolcarnos por el estiércol y de acumular esperanzas de que el Atleti no se arrugue ante el Madrid. Pero, a la vez, empezando a tantear con todas las posibilidades que nos saquen de este pozo. Pues que sepáis que casi que no me apetece. Ya me he cansado: de valores y de mirarnos el ombligo y proclamar a los cuatro vientos que el mundo debe admirarnos o si no no es un mundo justo. Nos hemos divertido una temporadita, larga, sí, pero al final hemos descubierto cosas que, si las juntamos y las valoramos con objetividad, son tan terribles. Que los jugadores envejecen y dejan de ser apreciados en cuanto pierden un par de balones o dejan de superar a cinco contrarios en una sola jugada. Que cobran sumas obscenas y aun así hacen todo lo posible por esquivar al fisco. Que aunque te caigan simpáticos en lo personal te vas a cagar en todo si no son capaces de ganar los partidos en que depositas tus ilusiones. En el fondo, estos meses de travesía nos van a servir para acabar echando de menos el fútbol, pero hay cosas más importantes en que pensar. Pronto haré una lista.
Sirva este post como sustitución de los últimos comentarios recibidos. El mundo me apremia a que me ocupe de otras cosas. Quizás fundar una nación, quizás escribir una novela, quizás organizar algún proyecto que me lleve tan rápido y tan alto a una cúpula que acabe mareado.