Sinopsis Editorial:
A los pocos días de perder a su marido en un accidente de tráfico, Laura Cohen, una psiquiatra española afincada en Montreal, toma como paciente a un hombre traumatizado por su pasado. Cuando este desaparece sin dejar rastro tras la tercera sesión, Laura comenzará su búsqueda atraída por una inesperada conexión entre el hombre y su marido fallecido. Esta investigación la sumergirá en una peligrosa red de conspiraciones, secuestros, experimentos ocultos y torturas que se remontan a la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, y la llevará a cuestionar sus orígenes, su matrimonio y su vida hasta ese momento.
Hoy vengo con otra lectura de esas que irán bajando poco a poco mis lecturas pendientes. Es el primer libro que leo de la autora y sinceramente no sé muy bien qué contaros. No es una mala historia, está bien escrita y sin embargo no ha acabado de convencerme del todo.
Creo que no he acabado de conectar con la protagonista, a la que en muchos momentos no comprendía (sobre todo cuando la policía entra en escena) y que tras perder a su marido, un prestigioso psiquiatra en un accidente de coche, empieza a descubrir en el pasado de su marido mil cosas que este le ocultó y secretos que salvo ella, el resto de la gente con la que se solían tratar sí conoce.
Laura, que también es psiquiatra, recibe en su consulta a los pocos días de quedarse viuda, a un nuevo paciente que le hace insinuaciones sobre su marido y los Lewinsky, los mejores amigos de la pareja. Cuando ese paciente desaparece de repente, Laura decide investigar un poco qué le ha podido pasar y qué relación podía tener realmente con su marido. Lo que irá descubriendo le hará darse cuenta de que su maravilloso matrimonio estaba asentado sobre arenas movedizas y todo lo que va descubriendo le hace sentir que ha sido una marioneta durante los años que estuvo casada.
La novela está catalogada como thriller psicológico y para mí le ha faltado el ritmo de un buen thriller, la protagonista no ha conseguido transmitirme todas esas sensaciones que deberían despertar en ella las cosas que va descubriendo y aunque el libro mezcla ficción y realidad, ni siquiera los hechos reales, que sí son duros (como los experimentos sobre la mente, llevados a cabo por CIA con estudiantes universitarios de Harvard) y los relatos de algunos personajes relacionados con la Segunda Guerra Mundial, no han conseguido emocionarme mínimamente.
No es una novela que se haga aburrida, porque hasta bien cerca del final mantiene la intriga, pero lo cierto es que a mí no me ha dado ni frío ni calor. Simplemente un libro más.