Publicación: Barcelona: Tusquets, 2012
Descripción física: 417 p.; 23 cm.
CDU: 821.134.2-31"19"
Signatura: N GRA lec
Precio: 19,95 euros en la Casa del Libro
ESTO ES UNA GUERRA Y NO VA A TERMINAR NUNCA
Hasta hace poco no había leído nada de Almudena Grandes, pero una amiga me prestó las dos novelas suyas con las que me estrené; una de ellas fue Inés y la alegría, de la que ya os hablé en su día, y la otra su continuación, El lector de Julio Verne, de la que os voy a hablar ahora. Ya adelanto que, aunque algunas personas me habían dicho que este título era mucho mejor que el de Inés, en mi caso me ha gustado pero no tanto como aquel, que sencillamente me encantó.
Argumento y personajes
El protagonista de nuestra historia es Nino, un niño de diez años que vive en Fuensanta de Martos, un pueblo de Jaén. En realidad vive en la casa cuartel, ya que su padre es guardia civil. Además de con sus padres, Nino vive con sus dos hermanas, y en esta época el ambiente tanto en el pueblo como en la casa cuartel no es que sea muy agradable: a veces por las noches, mientras intentan conciliar el sueño, Nino y sus hermanas oyen cómo en las habitaciones contiguas están torturando a alguien, a pesar de que los hermanos mayores siempre intentan convencer a los más pequeños de que no es real sino tan sólo una película.
En la vida diaria del pueblo, además, ser hijo de guardia civil en esta época no era nada fácil, y Nino tiene que sufrir el desprecio de algunos del otro bando, que se cambian de acera cuando se cruzan con él; y no entiende nada de esto, ya que entre otras cosas tiene bastante claro que aunque la tradición familiar mande, él no quiere ni por asomo ser guardia civil como su padre. Se supone que la guerra ya ha terminado, pero en realidad no es así, ya que sigue habiendo enfrentamientos entre los dos bandos y sigue habiendo rojos en el monte. Los del monte son liderados por un tal Cencerro, que ya se ha convertido en toda una leyenda.
A Nino casi todo el mundo lo conoce con el apodo de "el canijo", ya que no termina de crecer, por mucho que su padre se empeñe en hacer una marca en la pared cada vez que su hijo cumple un año más. Y como da por hecho que Nino será guardia civil pero no las tiene todas consigo y teme que no dé la talla, decide que deberá aprender mecanografía para que así pueda aspirar a trabajar en la administración. Y así será como, a través de nuestro protagonista, conoceremos a las Rubias, aunque Nino tendrá que mantener en secreto que va a su cortijo a recibir clases, ya que todas las mujeres que viven aquí son rojas. Por otro lado conoceremos a Pepe el Portugués, que tiene una relación muy estrecha con estas mujeres y que se hará gran amigo de Nino; le enseñará muchas cosas, entre otras que no todo es siempre lo que parece. Y a través de las clases en el cortijo de las Rubias, Nino también descubrirá el placer de la lectura.
Me resultó curioso el hecho de que en la novela se hace referencia a los españoles que tuvieron que exiliarse fuera de nuestro país durante la represión franquista; y me resultó curioso principalmente porque en varios momentos de la historia se menciona a los que tuvieron que huir a Francia, incluida Inés y su famoso restaurante de Toulouse. Me imagino que, ya que la autora ha planteado estos libros como una especie de episodios nacionales, en honor a Benito Pérez Galdós, en las siguientes novelas puede que también se haga mención a personajes o a situaciones que ya se han descrito en los títulos anteriores; ya veremos si es así, porque viendo cómo me han gustado estos dos títulos supongo que no me quedaré con las ganas de leer los siguientes.
Mis impresiones
Como me ocurrió con el libro anterior, en el que descubrí muchas cosas (bueno, prácticamente todas) que no sabía sobre los episodios ocurridos en el valle de Arán, en este caso también supe a través de la novela de la existencia de los maquis, los defensores de la República que continuaron su resistencia en los montes de Jaén. Y como en el caso anterior, me quedó claro cuál es la inclinación política de Almudena Grandes pero me gustó el hecho de que no se dedique a poner a unos de buenos y a otros de malos, sino que se limite a contarnos una historia que pudo haber sido perfectamente real, con unos personajes que están tan bien tratados que también podrían haber sido reales y, como se suele decir, te los crees.
Leyendo esta historia nos daremos cuenta, no sólo porque en ella se menciona varias veces sino porque en cierto modo lo seguimos viendo aún hoy día, de que España sigue estando dividida, a pesar de los años que han pasado desde nuestra Guerra Civil. Y a pesar de que quizá esto nos haga sentir cierta impotencia, no podremos evitar llegar a encariñarnos con algunos de los personajes, independientemente de cuáles sean nuestras tendencias políticas. Estamos ante una historia preciosa, en la que veremos que sobre todo se defiende la libertad y se describe la lucha de un grupo de personas que fueron fieles a sus ideas hasta las últimas consecuencias; tanto es así que, como ya sabemos, algunas de ellas pudieron seguir luchando desde nuestro propio país pero otras no tuvieron más remedio que permanecer en el exilio durante mucho tiempo.
En este sentido, el libro es un poco diferente al de Inés y la alegría porque en el caso del de Inés, aunque el tema giraba en torno a la posguerra, la historia se centraba más en el amor entre Inés y Galán; y como ya dije en su momento, es una historia preciosa de las que te hacen disfrutar, sufrir y hasta te ponen los pelos de punta. En este caso también hay una historia, pero no de amor sino más bien de amistad. A través de la amistad que entablan Nino y Pepe el Portugués iremos conociendo muchos detalles no sólo de la historia de la España de aquella época, sino también de las motivaciones de sus personajes, de por qué se comportan como se comportan y de cómo muchas veces las apariencias nos engañan y damos por supuestas ciertas cosas que en realidad no son como nosotros habíamos pensado.
De nuevo me ha sorprendido la narración de Almudena Grandes y ver cómo es capaz de expresar tantas cosas con el uso genial que hace de las palabras. Aunque ya decía antes que El lector de Julio Verne no me ha gustado tanto como Inés y la alegría, la verdad es que he disfrutado también de esta lectura desde el principio hasta el final; ha habido momentos de reír, de llorar, de emocionarse con ciertas situaciones, de indignarse con algunas otras, e incluso de llegar a sufrir en algunos momentos.
Conclusión
Lo único que se me ocurre decir sobre esta historia es que me ha encantado, desde el principio hasta el final. En algunas ocasiones me da un poco de pereza leer o ver cosas sobre nuestra Guerra Civil y nuestra posguerra, que ya resultan temas de lo más manidos; pero la verdad es que con Almudena Grandes es imposible no disfrutar, tanto de las historias que nos cuenta en este caso como de la forma en la que lo hace. Y eso que ya comentaba que esta novela no me ha cautivado tanto como Inés y la alegría; la verdad es que ya tengo curiosidad por leer El corazón helado, que casi todo el mundo coincide en decir que es con diferencia la mejor novela de la autora...
En cualquier caso, os recomiendo sin dudarlo la lectura de esta novela. Además no es necesario leer la anterior, aunque se hagan pequeñas referencias a ella, porque en realidad son historias independientes que se pueden leer por separado; también es cierto que yo para estas cosas soy bastante maniática y me gusta empezar las series por el principio, a ser posible. Si os gusta la novela histórica y os interesa el tema de nuestra Guerra Civil, seguramente disfrutaréis más leyendo este libro; pero si buscáis simplemente una historia que os atrape y os haga disfrutar y emocionaros a partes iguales, estoy convencida de que El lector de Julio Verne es una estupenda opción. Y además ya conocemos eso de que el saber no ocupa lugar; seguro que leyéndolo tendréis ocasión, como me ha pasado a mí, de aprender cosas de las que no sabíais prácticamente nada.