Entonces, si tienes la increíble suerte de ver más obras de ese autor, puede ocurrir que te das cuenta que no es una cuestión de suerte y que no se trata de un maestro, sino de una especie de genio adelantado a su época, un superhumano inmortal para la historia que vino para dar grandes regalos a la humanidad. Para que me entiendan los jugones...un nivel Dios.
Esta sensación la tuve en Italia con el señor Miguel Ángel, de quien no me canso de hablar en mi blog, pero también la he tenido en España con otro genio adelantado, el señor Antoni Gaudí.
Todo aquel que ha visitado Barcelona ha tenido la suerte de ver muchas obras de nuestro arquitecto más internacional, las Casa Batlló, el Parque Güell y por supuestísimo la Sagrada Familia son algunos de los imprescindible en nuestra visita a la Ciudad Condal.
Y es normal que la mayoría de su obra esté en Cataluña al fin y al cabo Gaudí amaba su tierra, sin embargo existen unas pocas obras de Antoni Gaudí fuera de su tierra natal. Son solamente tres, tres increíbles edificios situados en tres bellas ciudades que no están demasiado alejadas las unas de las otras y que de por sí bien merecen una visita, por lo que si os animáis os invito a hacer está "Ruta del legado de Gaudí fuera de Cataluña".
Y el primero de estos edificios, del que voy a hablaros un poco en este post, es quizás el más "serio" o formal de los tres...por decirlo de algún modo ya que se parece a un castillo francés con foso y todo. Me estoy refiriendo a la Casa Botines ...
Este edifico de estilo modernista está situado en León, en la Plaza de San Marcelo, a un extremo de la Calle Ancha que desemboca por el otro lado en La Catedral de León de la que ya os conté algunas de sus curiosidades en esta entrada.
Pero centrándonos en la Casa Botines, quizás la primera pregunta que viene a la cabeza es el porqué de su peculiar nombre. La respuesta es que Botines se deriva del apellido del socio fundador de la compañía que ordenó la construcción del edificio, el señor Joam Homs i Botinàs, si bien no fue él quien lo encargó, sino sus socios Simón Fernández y Mariano Andrés y por eso a este edificio también se lo conoce como la Casa Fernández y Andrés.
Así las cosas, estos señores contactaron con Gaudí para que les construyera una nueva sede para su negocio, un negocio que era una mezcla de almacén textil y de prestamos comerciales, por lo que el edificio debía tener capacidad para el almacenaje, oficinas para el negocio y también que sirviera como viviendas particulares de lujo.
Gaudí envió los planos de edificio en diciembre de 1891 y si se fijan en las ventanas verán que las situadas en la base del edificio son más grandes y juntas y a medidas que escalamos son cada vez más estrechas y en menor cantidad. Esto lo diseñó así porque en la primeras plantas estaba el almacén y las oficinas que necesitan y agradecen muchas luz natural mientras que en la parte superior estaban las viviendas particulares que necesitan más intimidad. Por supuesto el proyecto fue aprobado y se iniciaron las obras, eso sí, no exentas de problemas...
Verán, la Casa Botines se construyó en muy poco tiempo y por personal de confianza que se trajo el propio Gaudí, si tenemos en cuenta además la majestuosidad de la obra en comparación con el resto de casas de León (que por entonces no alcanzaba a 14.000 habitantes), su rápida ejecución en menos de un año y el uso técnicas "arriesgadas" como amplios ventanales, pilares en vez de muros o la construcción de un foso para lograr más luz en el semisotano...
...pues todo ello dio como resultado que muchos pensaban que el edificio iba a durar menos que Falete en un Ironman. Más si tenemos en cuenta el inestable suelo de León que tantos problemas ha dado a su Catedral como ya les comentaba en la entrada de la Pulchra.
Así que durante la construcción empezaron a surgir informes técnicos negativos por todas partes para paralizar las obras. A tanto llegó el asunto que al final hincharon las narices de Gaudí y acabó diciendo: " Que me envíen estos informes técnicos por escrito y yo los colocaré en unos marcos del vestíbulo de la casa cuando esta esté terminada" o dicho de forma gráfica..
..."La muñeca es mía y hago lo que quiero....ya podéis llorar"
El caso es que el edificio lleva en pié más de 120 años así que está claro que Gaudí llevaba toda la razón. Por cierto, me pregunto si al final el arquitecto cumplió con su amenaza o echó pelillos a la mar...por si la moscas me asomé al interior...
...y aunque no pude encontrar el marco vengativo de Gaudí, sí que se pueden apreciar desde la puerta algunas de las 28 las columnas de 20 cm de diámetro que usó el genio para dar amplitud ,una mayor iluminación, mayor ventilación y libertad en la distribución de espacios en esta primera planta y en el semisótano que, como ya saben, eran las zonas destinadas al almacén de textil. Esta solución, que Gaudí usó aquí por primera vez la volvió a utilizar en la Casa Milà y dada sus evidentes ventajas hoy en día se usa en la construcción de la mayoría de locales y centros comerciales.
Pero cuando uno está delante del edificio no se suele fijar en las columnas, está claro que los ojos se le van a un ornamento de la fachada que destaca en su parte central, la estatua de San Jorge y el Dragón...
¿Por qué esta estatua tan molona en el centro del edificio?...bueno yo no estoy seguro pero como ya les he dicho, Gaudí amaba su tierra y San Jorge es el patrón de Cataluña, por no decir que Gaudí era profundamente religioso, de hecho, como curiosidad deciros que actualmente es "Siervo de Dios" que es un título otorgados a personas candidatas a ser beatificadas y con ese objetivo nació en 1992 la Asociación Pro Beatificación de Antoni Gaudí.
Respecto a la estatua, deciros que el Dragón está inspirado en uno de los lagartos gárgola de la Sagrada Familia y el modelo usado para San Jorge fue el del propio escultor Lorenzo Matamala, sin embargo la que vemos hoy en día no es la original de 1893 ya que fue sustituida, debido a su deterioro, por otra igual en 1953. La estatua original fue retirada en 1951 y los medios publicaron el rumor de que iba a ser sustituida por una imagen de la Virgen del Camino lo que armó un enorme revuelo...aunque al final por suerte no fue así.
Pero fue entonces que sucedió algo de lo más insólito.....encontraron una "capsula del tiempo" que habían dejado oculto en un tubo de plomo en el interior de un brazo de la estatua.
La "capsula del tiempo" contenía dos periódicos de la época ( "El Campeón"), varias monedas, documentos de finales del XIX y los planos originales del edificio firmados por Gaudí entre otras cosas. Este huevo de pascua es muy importante por dos motivos, el primero de ellos es porque nos hace sospechar que el arquitecto pudiera haber echo lo mismo en otras de sus obras (claro que a ver quien es el guapo que las "rompe" para buscarlos) y segundo porque Gaudí no solía dejar planos detallados de sus obras ya que, al igual que Mozart, era capaz de crear puro arte mediante la más pura improvisación. Además, haciendo gala de la inteligencia humana, durante la Guerra Civil quemaron el estudio de Gaudí y con ellos la mayoría de sus planos y dibujos por lo que hace del descubrimiento en la estatua de San Jorge algo excepcional.
Pero el Dragón no es el único animal de Casa Botines ya que en su entrada podemos ver esto..
Un elaborado león forjado en hierro obra de Joan de Oños (un intimo colaborador de Gaudí) en lo que parece un claro homenaje a la ciudad que aloja el edificio.
Por cierto en la foto pueden ver el actual propietario del edificio que es la Caja España (hoy Unicajabanco...mañana vete tú a saber) que tiene aquí su sede histórica y que aprovecharon para restaurar el edificio en 1996 para dejarlo tal y como Gaudí lo diseño ya que, demostrando de nuevo la innata inteligencia humana lo habían ido modificando con el tiempo. Esto le valió a la entidad el premio Europa Nostra en 1998.
Por último otra pequeña curiosidad, ¿sabían que pueden contemplar Casa Botines cómodamente sentados al lado del genial arquitecto?
Pues sí, enfrente del edificio está este banco con la figura pensativa de Antoni Gaudí mientras hace un boceto o toma notas, sin duda un gran recuerdo para todos los turistas que quieran acercarse a ver este Monumento Histórico de León.
Por cierto, ya que están en Casa Botines seguro que se acercan a La Catedral (o al revés) por la Calle Ancha. Pues bien si pueden párense en la farmacia situada en el número 3, la Farmacia Merino..
...una preciosa farmacia que tiene a sus espalda una historia casi tan grande como la Casa Botines y que pueden leer aquí.
Un saludo.