El Legado y el Delegado
Hace unos días se cumplieron cuatro años de la muerte de Chávez.
En tan peculiares circunstancias, el humor, tan característico nuestro, no podía dejar de aparecer.Han rodado todo tipo de chistes crueles en relación al "vacío" que dejó: vacíos los anaqueles de productos, vacíos los hospitales de medicinas y suministros, vacíos los bolsillos de los venezolanos a punta de hiperinflación, en fin...A los cada vez más escasos chavistas, no les gusta la palabra "muerte" al referirse a la desaparición de Chávez. Les gusta la palabra "siembra". Sobre gustos y colores...En todo caso, lo que palpablemente el difunto dejó como "siembra" es un país en absoluta miseria y pobreza, quebrado y reventado por los cuatro costados.En nuestro día a día el famoso legado de Chávez es tan fácil como doloroso de observar y constatar.Se puede ver en la cantidad de gente hurgando en los potes de basura para comer.También en las colas interminables e indignantes para conseguir uno o dos productos de primera necesidad.En las continuas muertes producidas por la escasez de medicinas y de suministros para tratamientos en hospitales.En el nulo valor que hoy tiene la vida en Venezuela, donde a cualquiera lo asesinan por cuatro lochas.En los niños desnutridos que tristemente vemos falleciendo.En la caída violenta de los valores, hasta niveles nunca vistos.En la monstruosa corrupción que ha hecho ricos - y hasta famosos - a innumerables funcionarios públicos y pseudo-empresarios.En las violaciones continuas a la Constitución, el irrespeto a la Asamblea Nacional y la artera utilización y manipulación de los otros Poderes del Estado.En los ataques a la libertad de expresión así como en la censura y el cierre de medios de comunicación.