El lenguaje de la felicidad de Luis Castellanos

El lenguaje de la felicidad de Luis Castellanos es un libro de autoayuda que podría ser mejor si el autor no se perdiera tanto en las frases filosóficas. El mismo libro redactado con un lenguaje coloquial hubiera sido más digerible para el gran público.

Luis Castellanos es un doctor en Filosofía conocido por su defensa a ultranza del lenguaje positivo. Apuesta por palabras como caricia, abrazo, beso, dulzura, felicidad, alegría… para ser feliz y hacernos felices. No le falta razón. Nuestro lenguaje, en el idioma que sea, está lleno de palabras negativas.

Tenemos, dice Luis Castellanos en su nuevo libro, que habitar las palabras. Tú dices abrazo y te vienes arriba. Alguien te quiere. Quieres a alguien. Hay que ser creativo a la hora de dar respuestas a las preguntas de nuestros interlocutores. Debes tener presente que el lenguaje positivo que defiende Luis Castellanos no es buenismo. Se trata de encontrar en nuestro vocabulario nuevas palabras para cambiar los sucesos de nuestras vidas hacia lo positivo, hacia lo que nos es favorable.

Controla la atención, centrate en lo que dices. Controla también la narración. Debes ser quien quieres ser. Hay que prestar atención a la propia atención. Con frases así te entra el dolor de cabeza. Acabas filosofando con el autor hasta la última página del libro. Mi conclusión fue que tengo que descubrir qué me hace feliz. Lo que no creo que me haga feliz es volver a leer este libro demasiado filosófico para mí.

Pese al lenguaje complicado del libro os lo recomiendo. Te ayudará a darte cuenta de que debes cambiar tu manera de hablar. Aparta de tus conversaciones esas palabras negativas que te están hundiendo sin que te des cuenta. Una persona que odia no es feliz. Una persona que envidia al prójimo tampoco es feliz. ¿Por qué odias entonces? ¿Por qué envidias al vecino? Te estás haciendo daño a ti misma.

Luis Castellanos sabe mucho de superación. Con 62 años remontó el vuelo tras un duro bache económico. No sólo es profesor de filosofía, también es emprendedor. Todos sabemos lo que pasa con los negocios: unas veces te hacen rico y otras veces te hacen pobre. El bueno de Luis supo salir de su caída económica impartiendo talleres de lenguaje positivo, dando conferencias y escribiendo libros. Vende bien sus libros.