De la misma manera que El lenguaje de las mareas esconde en su interior varias tramas, incluso otros géneros, más allá del negro, también hay otras formas de leerla, ayudándonos de nuestros sentidos. Deliberadamente he jugado con el espacio geográfico, Ayamonte, Isla Canela, Punta del Moral, las marismas y caños que comparten con Isla Cristina, como un elemento protagonista y destacado de la novela. Un espacio tan bello como turbador, tan salvaje como deslumbrante. En cierto modo, hay mucho de homenaje a esos lugares, pero también de utilización de los mismos, como un narrador más, sin el que sería imposible entender El lenguaje de las mareas. Por eso, te propongo un recorrido por las localizaciones que aparecen, a vista de pájaro. Un recorrido que puede enriquecer tu lectura y que, nuevamente, como el “teaser” de la novela, ha creado el gran Toño Méndez. Solo son tres minutos, gracias a los cuales puedes ver la mayoría de los lugares reales que aparecen en El lenguaje de las mareas.
De la misma manera que El lenguaje de las mareas esconde en su interior varias tramas, incluso otros géneros, más allá del negro, también hay otras formas de leerla, ayudándonos de nuestros sentidos. Deliberadamente he jugado con el espacio geográfico, Ayamonte, Isla Canela, Punta del Moral, las marismas y caños que comparten con Isla Cristina, como un elemento protagonista y destacado de la novela. Un espacio tan bello como turbador, tan salvaje como deslumbrante. En cierto modo, hay mucho de homenaje a esos lugares, pero también de utilización de los mismos, como un narrador más, sin el que sería imposible entender El lenguaje de las mareas. Por eso, te propongo un recorrido por las localizaciones que aparecen, a vista de pájaro. Un recorrido que puede enriquecer tu lectura y que, nuevamente, como el “teaser” de la novela, ha creado el gran Toño Méndez. Solo son tres minutos, gracias a los cuales puedes ver la mayoría de los lugares reales que aparecen en El lenguaje de las mareas.