El hemisferio izquierdo de nuestro cerebro (racional) es la mente analítica, cuantitativa, lógica, cartesiana, de lo tangible, de la consciencia. El hemisferio derecho (emocional) hace referencia a sensaciones, creatividad, intuición, de lo intangible, del inconsciente. Ambos hemisferios se complementan, pero el problema es que uno está muy desarrollado (izquierdo) y otro casi nada (derecho), debido a nuestro sistema educativo.
La mente racional analiza muy bien el mapa (dónde estamos) pero no se sale de él (dónde podemos estar). Camina por parajes previsibles y cotidianos, apegada a las creencias, a los paradigmas, a las convicciones, a los ¡límites!... Ve lo que ve, pero no eso es todo.
Hace algún tiempo escribí en Executive Excellence un artículo titulado: Lo hicieron porque no sabían que era imposible. Allí decía: "Gran parte de nuestras limitaciones son mentales, falsas creencias incrustadas en nuestro inconsciente más hondo que nos impiden dar lo mejor de nosotros mismos". Y poníamos un par de ejemplos que corroboraban esta afirmación.
Por este motivo, hay que saber desafiar a los límites para ir más allá. Uno de los mejores métodos es a través de los símbolos, ya que a través de ellos (metáforas, historias, elementos visuales...) se ataca al inconsciente que nos domina (todo lo sumergido frente a la punta del iceberg), y el inconsciente toma los actos simbólicos como si fuesen hechos reales. ¿Tras la ruptura con una pareja no ha decidido romper todas las fotos como símbolo y metáfora de un punto y final a esa relación? ¿No se ha cambiado de lugar de residencia para romper con el pasado que estaba ligado a determinadas personas o situaciones? ¿No ha hecho limpieza y orden en ciertas estancias de su casa o del trabajo como forma de oxigenar y dar paso a un nuevo proyecto? ¿No lleva algún amuleto, estampita u otro objeto en su bolso o pantalón para ocasiones especiales: exámenes, presentaciones, actos...? ¿Determinada música que Vd. sabe no le causa una buena predisposición? ¿No se ha hecho con un visual board que le motiva?...
El objetivo no es otro que crear un determinado contexto mental (pensamiento favorable) que es el que determina nuestro sentimiento, y éste nuestro comportamiento y por ende nuestro rendimiento. Dicho de otro modo: Creer para ver. Alejandro Jodorowsky (ver 10 consejos de Jodorowsky y Jodorowsky Rovira: mano a mano) ha trabajado mucho este tema a través de la Psicomagia (de igual nombre su libro con la editorial Siruela, 2005), que como otras cosas interesantes, están más allá del conocimiento científico. Y ya sabe que la ciencia habla de lo que sabe, pero no de lo que no sabe. Por eso, hay cosas que no son demostrables empíricamente, al menos de momento, y que requieren de un nivel de conciencia superior.
Me gusta la siguiente historia recogida en Cabaret Místico:
Moisés está en su negocio contando satisfecho el dinero que ha ganado ese día, cuando su amigo Abraham entra y le dice:
- Necesito que me prestes ahora mismo 5.000 euros en billetes.
- ¡Pero cómo! 5.000 euros... eso es mucho.
- No te preocupes, te los devolveré en diez minutos. Y además, te daré una comisión del 5%. ¡Ganarás sin arriesgar nada 250 euros!
- Bueno, si es así te los presto...
Moisés le entrega a Abraham los 5.000 euros. Su amigo se los mete en el bolsillo, luego le pide permiso para utilizar el teléfono. En un rincón apartado del negocio habla durante 10 minutos y luego, con una gran sonrisa, le entrega los 5.000 eurosa Moisés más 250 euros.
- No comprendo nada. Explícame de qué se trata.
- Muy fácil Moisés: tenía que discutir un importante contrato y, para lograr mis exigencias, con los bolsillos vacíos me sentía débil. Cuando los llené tuve la autoridad que necesitaba para imponer mis condiciones.