El lenguaje del dolor

Publicado el 11 julio 2019 por Carlosgu82

Job 3: 1-3 3: 11-13 3: 16.

Después de una semana de silencio , Job abrió su boca, no para maldecir a Dios , sino el día que nació , aquí maldecir es la palabra hebrea que significa reducir a nada o de poco valor , se usa también en Génesis 8:21 “nunca voy a reducir a nada el valor de la tierra por causa de otra inundación “

Aquí Job dice el día en que yo nací, no vale nada, no cuenta para nada el día en que nací, mejor que hubiera no haber nacido. ¿Nacer para sufrir?

Vemos en esto a una persona filosófica con razones morales y teológicas

¿Quieres mejor la nada o el algo con dolor? ¿No nacer o vivir para sufrir y ser recompensado?

De alguna forma parece que estamos hechos para la luz. La oscuridad, desde que somos pequeños, nos resulta no solamente molesta, sino amenazante. Y en cierta manera parece que la oscuridad refleja lo más terrible de nuestras pesadillas, como en estas palabras de Job. Cuando se hace realidad aquello que más hemos temido.

Algunos han tenido la experiencia en su vida de que precisamente aquello que más miedo les daba, se ha hecho realidad para ellos. Y esta oscura y terrible experiencia hace que uno se quede sin palabras.

¿Quíen no ha conocido una persona para la cual un mal parecía venirle detrás de otro?, ¿y se quedaba literalmente enmudecido?, ¿sin saber qué decir?

Nos damos cuenta en esos momentos de la pobreza del lenguaje, de qué difícil es encontrar una palabra de consuelo o empatía para aquel que sufre en tal medida. No podemos ni imaginarlo. Que el dolor tiene su propio lenguaje es algo que comprendemos perfectamente en este Libro de Job. Y por eso tenemos que entender claro que es poesía, y no podemos analizar, diseccionar las palabras como aquel que pone un cadáver en un laboratorio para estudiar forensemente cuál es la razón de este dolor.

Quien así trata este Libro de Job entiende muy poco de lo que aquí se expresa. Considera fríamente y analiza cuál es la situación de Job y se permite incluso dar un dictamen, un diagnóstico, como si fuera esa la tarea que nos da el Libro de Job. Este libro y este poema tremendo con el cual empiezan sus palabras nos tiene que dejar sin palabras, enmudecidos.