La Tierra podría ser de nuevo testigo del 'Big Bang' a partir de
este martes, momento en que la Organización Europea de Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en inglés) intente producir las primeras colisiones de partículas de siete teraelectronvoltios (TeV) de energía, un nuevo récord mundial en el LHC, aunque los resultados "más interesantes" llegarán en dos ó tres años, según adelantó el investigador del grupo de Física de Partículas del CIEMAT, Jesús Puerta Pelayo.
El LHC es el acelerador de partículas más grande del mundo, cuya principal investigación gira en torno a la búsqueda de la 'partícula de Dios' o 'Bosson de Higgs', que podría explicar el origen del Universo.
En este sentido, Puerta afirmó que cada vez que se producen colisiones de mayor energía en el Gran Colisionador de Hadrones o LHC el mundo se acerca un poco más a conocer lo que fue el 'Big Bang'. "De forma inmediata no se espera ningún resultado relevante porque su estudio es algo lento. La mayor parte de colisiones van a producir resultados conocidos, Física ya estudiada con otros aceleradores y esperamos sucesos de interés en al menos uno ó dos años", indicó.
Concretamente, el CERN ha fijado la fecha para el comienzo del programa de investigación, con este primer intento de producir colisiones de alta energía. "Aún tenemos trabajo por delante antes de las colisiones. El simple alineamiento de los haces es un gran reto en sí mismo: es como lanzar dos alfileres a ambos lados del Atlántico y hacerlos chocar entre sí a mitad de camino", explicó el director de la división de tecnología de aceleradores, Steve Meyer.
De hecho, Puerta señaló que el LHC ha sido diseñado para operar con altas energías "muy superiores" a las que trabaja actualmente, hasta los 14 TeV, que se espera alcanzar en un par de años. Además, comentó que el LHC consta de un anillo de 27 kilómetros y que, antes que éste, hay otros más pequeños y que forman una cadena, donde comienzan a acelerarse las partículas.
Posteriormente, son inyectados en el acelerador grande. "A principios de marzo se consiguieron en el anillo grande aumentar la energía de los protones hasta 3,5 TeV, primera vez a esas energías. Ahora hay dos haces a esa energía y cuando choquen la energía será el doble, 7 TeV", detalló el investigador español.
Concretamente, explicó que lo que hace acelerar las partículas son los campos magnéticos generados por los imanes que tiene el LHC, en torno a 1.800 imanes superconductores que operan hasta 271 grados bajo cero. Estos se reparten el trabajo, van impulsando las partículas y después hay imanes que lo mantienen en una trayectoria.
"Lo que acelera a los protones son los campos eléctricos. Las partículas cargadas en un campo eléctrico se aceleran, sufre una fuerza que le acelera en su camino. Eso a lo bestia es el LHC, que tiene montones de campos eléctricos que van dando empujoncitos a las partículas, que lo que hacen es curvarlas y mantenerlas en una trayectoria curvada", agregó el experto.
Desde la primera semana de marzo, el acelerador LHC funciona con los haces de protones circulando de manera estable a 3,5 TeV de energía, la más alta alcanzada en una máquina de estas características, para poner a punto los sistemas de control del haz y los sistemas de protección de los detectores de las partículas secundarias.
"Poner a funcionar LHC no es simplemente girar una llave. El acelerador está funcionando bien, pero aún queda mucho trabajo de puesta a punto por delante, y tenemos asumir que el primer intento de producir colisiones será simplemente un intento. Puede llevarnos horas o incluso días el conseguirlo", añadió el director general del CERN, Rolf Heuer.
De hecho, la última vez que el CERN encendió una máquina de estas características, Gran Colisionador de Electrones y Positrones o LEP en 1989, fueron necesarios tres días para producir las primeras colisiones desde el primer intento.