Argumento
Para realizar los portales se necesita bodarita, un mineral de color granate que les sirve para hacer la pintura con la que trazarlos. Sin embargo, en una mina casi agotada de este preciado material, ha aparecido una veta que tiene un peculiar color azul. Si finalmente tiene utilidad o no, o si tiene otras propiedades todavía por descubrir, es algo en lo que la Academia pone su interés pues puede ser clave para el futuro de la misma y hasta su supervivencia.
Tabit, estudiante de último año en la Academia, recibe el encargo de pintar un portal para Yunek, un humilde campesino que lleva años ahorrando para tenerlo y ayudar así a que su hermana pequeña tenga un futuro lejos de los campos. Sin embargo, la cosa pronto se complica y éstos junto a Caliandra, rival académica de Tabit, y otros jóvenes deberán enfrentarse a numerosos peligros para desentrañar qué está sucediendo por todo el país, incluidos asesinatos y desapariciones.
Reseña
Laura Gallego tiene experiencia escribiendo y se nota, sin embargo, éste me ha parecido un libro flojo, muy lejos de joyas como La emperatriz de los etéreos o Alas de fuego, que me encantaron en su momento.
Para empezar por lo bueno, tenemos una historia compleja que sabe armar, darle forma y dosificar la información para que las piezas encajen como un puzle poco a poco. Más que una historia de fantasía diría que es de intriga y suspense pues cada personaje al que sigue la voz narradora es, en cierto modo, un detective que va siguiendo ciertas pistas para dar respuesta a las preguntas que se forman y que cada vez son más numerosas y complicadas de responder. En este sentido, es inevitable engancharse porque el ritmo ágil y la curiosidad, al menos a mí, me ha hecho avanzar con buen ritmo.
Pero pasemos a los problemas, que empiezan pronto. La primera pega es su excesiva extensión. Le sobran páginas a puñados cuando explica ciertas ideas demasiado a fondo o da varias vueltas a lo mismo. Sin embargo, otros aspectos están poco desarrollados. Para quien ya lo haya leído, que me diga que el giro de guión que se da a partir del momento en que aparece el portal realizado con pintura morada no es una ida absoluta de pinza y un desbarre incongruente. Entiendo lo que pretendía la autora y el sentido general de plantearse algo más complejo que portales que vayan más allá del desplazamiento en el espacio para introducir la variable del tiempo y de los universos paralelos, pero no cuadra con el resto del libro.
Laura Gallego ha querido abarcar más de lo que daban de sí las páginas (sí, con 500 páginas han faltado bastantes, a menos que hubiese narrado de otra manera) sin llegar a desarrollar bien ninguna de las líneas principales. Se podía haber centrado en el tema de la escasez de la bodarita granate, con el contrabando y la hipótesis de una guerra con el país vecino que nunca llega a explotar. Es más, se dice que en el pasado Darusia ganó una guerra gracias a los portales. Si dejasen de poder hacerlos, el libro habría sido trepidante para encontrar una solución que impidiese una nueva guerra. Otra opción que no explora bien son los saltos en el tiempo. Éstos siempre son muy complicados de manejar y, con el poco peso que acaban teniendo, el tratamiento es deficitario. Ambas líneas argumentales no han acabado casando y, sin embargo, creo que habrían dado para una bilogía la mar de interesante a poco que le hubiese dado un par de vueltas.Otro detalle no menor. Toda la concepción de los portales está basada en la ciencia, se niega expresamente que sea magia. Cuando se dice en un primer momento no lo terminas de creer, pero quedas a la espera de que te explique cuáles son sus fundamentos científicos, ya sean más o menos creíbles, con mejor o peor explicación. Pero esto no sucede. Sí, habla de que hay que hacer ciertos "cálculos" de coordenadas, que los portales tienen que cumplir ciertas características para que funcionen, pero al final todo se basa en que hay una piedra cuyas propiedades no terminan de conocer que, convertidas en pintura, permiten el funcionamiento de portales. El libro no dejaría de funcionar si reconociese que se basa en la magia de esas piedras. Es como si las pociones de los libros de Harry Potter fuesen meras fórmulas de química porque tienen unas proporciones particulares y unos ingredientes, por fantásticos que éstos sean. No entiendo el rizo extraño que ha querido hacer con este tema para intentar negar que es un libro fantástico con magia.Pero lo peor del libro, lo que más me ha defraudado, son sus personajes. Los que tienen protagonismo tienen cierto trasfondo pero... lo siento, quedan planos. No tienen alma, no se sienten reales, no traspasan el papel. El pasado triste-pero-tampoco-tanto de Tabit sólo explica por qué es tan aplicado en los estudios y tan riguroso con las normas pero eso es todo. No tiene evolución, no hay nada en él, sólo he visto un plano con un par de rasgos definitorios, igual que Yunek y su obsesión por el portal. Y Caliandra es maja pero no la llegamos a conocer más allá de que lo suyo es la intuición para hacer portales. El único personaje con algo de vida y dilemas personales es Tash. Además, es un personaje interesante pues, aunque coge el tópico de "chica que se hace pasar por chico desde que era pequeña" lo lleva más allá al rechazar su propia anatomía femenina lo que, de haber sido bien llevado, habría supuesto la inclusión de un personaje trans. Y bueno, si merece la pena es porque es el único personaje que se puede decir que tiene algo de carisma.Y si hablamos de personajes, toca hablar de las relaciones entre éstos. Para empezar, la rivalidad de Tabit y Caliandra no existe al final. Sí, tienen visiones opuestas que no van mucho más allá de un debate teórico en clase al inicio. Me han recordado, siguiendo con Harry Potter (entre la Academia, las clases y otros detalles es inevitable pensar en la famosa saga), a Harry y Hermione con los roles cambiados, siendo él en este caso el estudioso, cumplidor de normas y ella la talentosa con destellos de rebeldía. Podrían haber dado un juego que no ha habido.En cuanto a los romances, no pueden estar más cogidos con pinzas. No es que sean flechazos, que al menos dan pie a que desde ese momento se profundice en la relación, es que se pasa de "somos amigos" a "nos amamos locamente" porque sí. Y todo partiendo de que apenas páginas antes uno de los personajes tuvo el corazón roto por otra persona. No hay un solo detalle que indique que se están fraguando unos sentimientos por ninguna de las dos partes de la pareja que al final se forma. Y si esto era en referencia al romance "principal", hay cierto romance secundario que de tan mal metido que está, resulta denigrante, más aún porque implica una subtrama de homosexualidad que sale de la nada y va hacia ningún sitio. He leído que aquí, Laura ha metido a su primer personaje homosexual (o al menos que lo es abiertamente) y no lo ha podido hacer peor. No sólo el chico no tiene ningún carisma y su presencia en la trama es innecesaria, sino que no ha podido plasmar su condición de forma más insultante hacia otro colectivo. A ver, me quiero explicar, así que SPOILERS. Rodak es gay y se enamora de Tash pensando que es "él" y ella le corresponde creyendo que se ha dado cuenta de que es "ella". Se besan y entonces el chico descubre que en realidad es una chica, la empuja y se siente engañado. Ella siente aún más desprecio por su cuerpo porque nunca es lo que debe ser. Acaban haciendo las paces y quedan como amigos. No quiero enrollarme mucho pero aquí hay un tufo muy feo a transfobia o misoginia interiorizada, no sabría decir qué predomina más. A falta de un desarrollo decente, podemos entender que Tash tiene un sexo definido por sus genitales pero su género no ha quedado identificado. Personalmente por lo que he leído, creo que es más bien un chico trans que una chica masculina. Ya digo, esto es mera intuición personal pues la autora no ha profundizado en ello y me baso en apenas detalles. Vamos, quiero decir que Rodak rechaza a Tash por sus genitales después de haberse enamorado de su personaje masculino. FIN DE SPOILERS. Esto es muy feo y, sobre todo, muy innecesario. Para hacer esto, mejor haberse ahorrado esta subtrama.No quiero despedirme sin comentar que en el libro hay unos malos que se descubren de mala manera en un final precipitado, tienen unas motivaciones que dan penita y son muy clichés. Ah, y no olvido mencionar que al final se da la muerte más innecesaria y ridícula del mundo sólo para "castigar" a cierto personaje porque quiso solucionar su problema siguiendo la vía fácil pero alejada de las normas, lo cual está mal y se merecía la muerte por ello (¿?). Ah, y el deus ex machina que se marca al final para salvar a los protagonistas de la muerte frente al malo es ridículo. Ah, y el epílogo es terrible. Ah, y son pocos capítulos para tantas páginas. Ah, y...Ya había avisado de que iba a ser una reseña larga. Felicidades a quien haya sido capaz de leer todo este tocho. En definitiva, ideas interesantes tiradas a la basura, personajes que tienen ninguna o muy poca chispa salvo alguna excepción, romances horribles, exceso de páginas para unas cosas cuando le faltan a otras... La lectura ha sido entretenida el tiempo que me ha durado porque esperaba que, con los buenos elementos que tenía, el conjunto al final mereciese la pena, pero es que hay tantísimas pegas... Espero que haya sido un bache puntual y los otros libros que me quedan por leer de la autora me gusten tanto como mis anteriores lecturas.