El libro de los portales, Laura Gallego

Publicado el 05 febrero 2016 por Conejo Blanco @DetrasdelConejo

Título: El libro de los portales
Autor: Laura Gallego García
Año: 2013
Género: Fantasía
Editorial: Minotauro
Páginas: 496
Un mundo en el que no existen fronteras para aquellos que se atreven a mirar más allá. Los pintores de la Academia de los Portales son los únicos que saben cómo dibujar los extraordinarios portales de viaje que constituyen la red de comunicación y transporte más importante de Darusia. Sus rígidas normas y su exhaustiva formación garantizan una impecable profesionalidad y perfección técnica en todos sus trabajos. Cuando Tabit, estudiante de último año en la Academia, recibe el encargo de pintar un portal para un humilde campesino, no imagina que está a punto de verse involucrado en una trama de intrigas y secretos que podría sacudir los mismos cimientos de la institución.
Después del buen sabor de boca que me dejó Donde los árboles cantan, sabía que no tardaría mucho en darle una oportunidad a El libro de los portales. Con el libro en mis estanterías desde que salió a la venta, cada vez me llamaba más la atención. Había escuchado críticas dispares, pero la verdad es que el argumento me parecía muy interesante y original. Comenzó bastante fuerte, me atrapó y enganchó, pero mi impresión general es que el libro se fue desinflando poco a poco.
En la Academia de los Portales los estudiantes se forman para dibujar unos portales mediante los que se puede viajar a través del espacio. Estos portales son la principal forma de transporte de Darusia, de la que depende la prosperidad del país. Allí se encuentra nuestro protagonista, Tabit, estudiante de último año que sin quererlo se verá envuelto en un misterioso caso que cuestiona la moral de la Academia. De esta original premisa parte la novela. Un planteamiento inteligente y llamativo, novedoso, alejándose de sus novelas anteriores.

Tabit es el protagonista al que, para variar, no he terminado de coger demasiada simpatía. Resulta demasiado perfecto, siempre quiere hacer todo bien y tiembla ante la mera idea de saltarse las normas. Es demasiado estricto en su forma de actuar y, aunque se comprende ya que quiere llegar a ser un Maestro, muchas veces resulta demasiado insoportable. Quien sí me ha gustado es Caliandra, de alguna manera la competición en el sentido académico de Tabit. Una joven decidida, valiente y atrevida, que choca con Tabit por sus diferentes caracteres. También aparecen otros interesantes personajes como  Yunek y Tash. La verdad es que por todos los personajes he podido sentir simpatía en algún momento menos por Tabit.
El primer tramo del libro se me hizo muy ameno. La narración, como siempre, es muy ágil. Los diálogos, descripciones y situaciones están muy bien combinados. El planteamiento, como decía, me parece muy inteligente, saliéndose de alguna manera de los parámetros explotados en la fantasía juvenil, y creo que Laura podría haber hecho una gran obra con todo lo que tenía en su cabeza. Pero no ha sabido plasmarlo del todo; no ha sabido desarrollar lo que realmente quería contar y ha pecado de tópicos fantasiosos en muchas ocasiones, en vez de potenciar aquellos aspectos que la podrían haber hecho única.
Aún así, la recomendaría. No es la mejor novela de Laura, y hay ciertos aspectos que terminan siendo ligeramente predecibles, como lo son los temas de las relaciones personales. El final me parece que deja demasiadas incógnitas abiertas, o que no está del todo cerrado y que se podría haber logrado un final mucho más vistoso. El tema de los viajes de un lugar a otro da para mucho, pero en este caso, me ha sabido a poco.
En definitiva, no es una mala novela, no tarda mucho en leerse y en ciertos momentos cuenta con giros en la trama que te animan a seguir leyendo por la intriga que se te genera, pero no es ni muchos menos de las mejores novelas de Laura. Todo lo que me transmitió en un principio, termina por desvanecerse.