«Espejos negros y espejos rotos, pero no menos elocuentes. Espejos hipnóticos o narcóticos, solares y lunares, también saturnales. Espejos que permiten ver sin ser visto. Espejos donde moran criaturas celestiales o infernales. Espejos que abren puertas a otros mundos y espejos de los que emergen seres procedentes de ellos. Espejos en los que puede contemplarse el aura tanto como leer el pasado o el futuro…»
Comienza el autor dando un paseo por la historia, de la sombra alargada que nos acompaña siempre hasta ver nuestra figura reflejada en un estanque cristalino que desaparece cuando tocas el agua; leyendas. Nos transporta a Anatolia, Sidón, Grecia y a la relación de las brujas con los espejos; de la vanidad con la que Helena de Troya parpadeaba frente al suyo. Qué fácil es, en todo tiempo y lugar, olvidar la enseñanza del espejo. Lejos de emplearlo para examinar nuestro interior, los usamos para maquillarlo. Porque pueden alterar la realidad, engañarnos y adentrarnos en mundos imaginarios, mágicos, pero inexistentes. ¿Cómo el arte o la literatura? Abren las puertas en las que nos adentra Bermejo. La magia especular no ha hecho más que empezar. Si eres capaz de adentrarte en el mundo de los espejos. Porque los espejos tienen poderes y son distintos dependiendo del material que estén hechos: espejos de agua, de piedra, de sangre, de cristal, de metal, magnéticos, de carbón, alternativos como los del callejón del Gato de Madrid por el que paseaba Valle-Inclán… Muchos tienen poderes, y hasta sirven para enamorar; otros son mágicos dependiendo de tu planeta titular como los saturnales, jupiterinos, marcianos, solares… Ha llegado el momento de empezar a mirarnos. Para eso tenemos que atrevernos.
Todos tenemos mucho de narcisos, queremos dar la mejor versión de nosotros mismos que, a menudo, no se corresponde con la realidad porque la alteramos y modificamos proyectando lo que los demás quieren ver. ¿Cuánto hay del yo real en esa imagen? ¿Del yo ideal o del que nos gustaría llegar a ser? La autopercepción está íntimamente ligada con la autoestima, y todos queremos salir guapos en las fotos que compartimos constantemente, pero ¿somos nosotros de verdad?
Álvaro Bermejo es un experto en historia, sus mitos y sus leyendas, sabe de los espejos forjados por los dioses cuando nos habla de Perseo, de Pitágoras, de quien se dice que tenía un muslo de oro y podía escuchar la música en las esferas celestes; de Orfeo, que conseguía rendir a las fieras salvajes con su voz melodiosa y acabó retirándose del mundanal ruido acompañado tan solo de su lira cuando no pudo regresar al pasado; de Blancanieves y otros cuentos maravillosos que tienen mucho que ver con los espejos mágicos y que nos enseñan que hasta que no nos sacamos la esquirla del cristal maléfico del diablo que llevamos clavado en nuestra mirada no llegamos a ser realmente humanos; del espejo del emperador amarillo… y las plumas de Moctezuma trasladándonos de un continente a otro lejano y mágico donde los espejos, si te atrapan, te convierten en meros replicantes de aquellos que se miran en él; de las piedras videntes -palantiri- que representan talismanes de poder, asociados a la pugna entre el bien y el mal, por cuya posesión se desencadenan guerras apocalípticas. El Señor de los Anillos, Harry Potter… Un cuento no se dirige a la conciencia despierta, su dominio se ejerce sobre las zonas más profundas de la psique, no solo para estimular la imaginación, sino para despertar las claves de la sabiduría ancestral cifradas en nuestro inconsciente.
Cierra el libro Álvaro y nos deja solos frente al espejo.
Todos hablan para quien quiera escucharlos.
Lee y disfruta de un fragmento de la novela.
El autor:
Álvaro Bermejo (San Sebastián, 1959). Licenciado en Historia Antropología por la Universidad Autónoma de Barcelona, entre los que cabe destacar, entiende la vida como un viaje donde cada mirada revierte en literatura. Como narrador ha sido galardonado en numerosos certámenes, entre los que cabe destacar tres Pío Baroja, dos Ateneos de Sevilla, un Salamanca y el último, un Alfons el Magnánim concedido por unanimidad del jurado. Siempre aborda temas particularmente vibrantes: la posible segunda vida de Cristo tras su crucifixión en El evangelio del Tíbet, la Creta del Minotauro en El Ingenioso Hidalgo, el origen escocés del mito vampírico en Eternamente tuya, o la brujería vasca en Como el bosque en la noche.
Colaborador habitual en publicaciones como Más Allá, Qué leer; o El Diario Vasco, su ensayo La historia de Gula mereció el Gourm and World Cook book Award, considerado el Óscar de la literatura gastronómica. Aquí hay dragones es el primero que reúne el censo de todos los paraderos de esta criatura fabulosa dentro de nuestro país. es miembro de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País y participa como asesor en la red internacional E-Biolab, centrada en la simbiosis biológica, cognitiva y ambiental
El libro:
El libro de oro de los espejos mágicos ha sido publicado por la Editorial Algaida en su Colección Algaida Literaria. Encuadernado en rústica, tiene 248 páginas.
Como complemento pongo un vídeo en el que Álvaro Bermejo nos haba de su libro El libro de oro de los espejos mágicos.
Para saber más:
Álvaro Bermejo en Wikipedia.