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Sinopsis: Con motivo del centenario de la publicación de Por donde vive Swann, primer volumen de los siete que componen el ciclo novelístico de Marcel Proust En busca del tiempo perdido, ofrecemos a los lectores una amplia selección de pensamientos extraídos de la novela, bajo el título El almuerzo en la hierba. Los textos se publican siguiendo un orden temático en el que están representados los principales motivos que recorren la obra y que definen el universo proustiano: el tiempo, la memoria, el hábito, el amor, los celos, las relaciones sociales, la homosexualidad masculina y femenina, el arte y la creación artística, la literatura, el lenguaje, la imaginación, los sueños, la apariencia y la realidad, la enfermedad, la vejez y la muerte. Se trata de la primera vez que, al menos en el mundo de habla hispana, se ofrece al lector una compilación de estas características.Los fragmentos han sido traducidos directamente de la edición canónica por María Teresa Gallego y Amaya García.
La selección está precedida por un amplio ensayo introductorio en el que Jaime Fernández, autor de la selección, expone detalladamente una interpretación sistematizada del pensamiento de Proust.Todos los que hemos leído a Proust recordamos como si fuera ayer algún momento de esos primeros acercamientos a su prosa. En mi caso, recuerdo perfectamente un viaje de regreso a casa en la época universitaria, leyendo una de las partes de “En busca del tiempo perdido” con el traquetreo constante del tren, en una tarde fría de otoño por tierras castellanas. Recuerdo que siempre que leo algo de Proust, tengo la necesidad de encogerme, como si eso fuera a hacerme tan pequeña que pudiera viajar como un pequeño átomo y colarme de alguna forma en las páginas de sus obras. Es tal la atmósfera francesa creada al leerle, que en cualquier momento parece que vaya a interrumpir mi lectura cualquiera de sus personajes. Creo que es algo que todo lector de Proust siente.Y esto se refleja en el número de ediciones que a lo largo de cien años (exactamente hoy) se han ido publicando de sus obras. Nuevas ediciones, libros sobre su persona, ensayos… todo tipo de libros con distintas traducciones que hacen que disfrutemos al releer las obras ya leídas y las que giran entorno a la persona de Marcel Proust.Un ejemplo de esto es Hermida Editores, que han publicado hace pocos días “El almuerzo en la hierba”. Este libro es una especie de recorrido a través de la gran obra literaria de Proust, “En busca del tiempo perdido”, en donde se nos van mostrando fragmentos del propio Proust de su obra, y cómo va evolucionando a medida que se escribe. Vemos cómo va cambiando la idea del amor, de las relaciones sociales, la evolución de sus personajes, los celos.Encontramos frases como “Pero a veces el porvenir mora en nosotros sin que lo sepamos y las palabras que decimos creyendo mentir bosquejan una realidad cercana”, “Nos parece inocente desear y atroz el deseo ajeno” o “La pena es egoísta y no puede recibir alivio de lo que no la afecta”. Prosa poética pura, prosa proustiana. Todos esos fragmentos que nos transportarán de nuevo a los tiempos en los que descubrimos a Proust por primera vez.
En contra de los deseos de su padre, que quería que fuese diplomático, se matriculó en Ciencias Políticas. En 1891 asistió a unos cursos en la Sorbona que impartía el filósofo Henri Bergson.
En 1896 debutó en la literatura con Los placeres y los días. Ante el caso Dreyfus, que desató en Francia una ola de antisemitismo, se postuló a favor de los defensores del coronel. A la muerte de sus padres, se entregó por completo a la escritura sin apartarse de sus relaciones sociales.
Entre 1905 y 1911 dio forma al ciclo novelístico En busca del tiempo perdido. En 1913 apareció el primer volumen de la novela, Por donde vive Swann, cuya edición costeó de su bolsillo. Sin embargo, en 1919 obtuvo el Premio Goncourt con el segundo tomo A la sombra de las muchachas en flor. Ese mismo año publicó el ensayo literario Parodias y misceláneas. Murió en París el 18 de noviembre de 1922, a causa de una neumonía. La publicación de las siete partes de En busca del tiempo perdido concluyó en 1927. En 1952 se publicó su novela Jean Santeuil y dos años después el ensayo Contra Sainte-Beuve.