Fue abandonado de una forma, por desgracia, muy común en nuestro país: arrojado en el jardín de una casa en pleno verano para que otros hagan algo con él.
Es lo que denuncian todas las protectoras: se adoptan o comprar cachorros porque son muy monos pero cuando crecen empiezan a molestar. Barquito es un perro muy bueno y tranquilo y para César ha sido muy fácil encontrarle una familia. Nuestro experto ha escogido a una pareja con una bebé y dos gatitos, por lo que Barco ha pasado de estar solo a tener una familia numerosa.
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