El liderazgo al estilo de los Jesuitas (II): Sobre el amor

Por Jpviola

Como les había comentado en otro post, quisiera compartirles algunas ideas rescatadas del libro “El liderazgo al estilo de los jesuitas”, de Chris Lowney.

Luego de compartir algunas experiencias y detalles concretos de la vida de algunos jesuitas, Chris refiere las actitudes que llevaron a los jesuitas a ejercer su liderazgo:

- entendieron sus fortalezas, sus debilidades, sus valores y su visión del mundo
- innovaron confiadamente y se adaptaron a un mundo cambiante
- trataron al prójimo con amor y una actitud positiva
- se fortalecieron a sí mismos y fortalecieron a los demás con aspiraciones heroicas

De los dos primeros puntos a que hace referencia, hemos hablado ya en algunas publicaciones anteriores, y entiendo que estamos más familiarizados a hablar o escuchar de ello cuando nos referimos a actitudes de liderazgo. Autoconocimiento, innovación, creatividad, capacidad de adaptarse…

Me gustaría entonces focalizar en las dos segundas actitudes: el amor al prójimo y preocupación por fortalecer a los demás como cualidades de liderazgo. No pareciera que el mundo hoy se centrara en estos aspectos, no? ¿Será por eso acaso que vivimos con una escasez de líderes?

Chris Lowney nos comparte en su libro una cita de Lombardi al enumerar las cualidades de un buen líder: “(…) Y otra, amor. El amor de que hablo es lealtad, el más grande de los amores. Trabajo en equipo, el amor que un hombre profesa por otro y que respeta la dignidad de otro. El amor del cual hablo es caridad… El poder del corazón es la fortaleza de una compañía.”

..“Trabajo en equipo, el amor que un hombre profesa por otro y que respeta la dignidad de otro” … si bien el verdadero amor lo lleva en sí implícito, me animo a agregar que hablamos de un amor desinteresado.

Los resultados de un trabajo en equipo basado en el amor serán: confianza en el otro, compartir la información necesaria para la toma de decisiones, evitar las críticas, dar buenos consejos, asesorar y acompañar a los recién llegados, compartir todo nuestro conocimiento, desear tanto el éxito personal como el ajeno, dar siempre lo mejor de uno mismo y no sólo lo “justo” para cumplir con mi listado de responsabilidades o tareas, preocupación por el bienestar de mis compañeros, respetar a todos y cada uno…

¿Acaso alguno de los lectores no desearía trabajar en un equipo donde reinaran estas características? El trabajar bajo el lema de “amor desinteresado” sin dudas llevará a un ambiente de motivación y pertenencia muy alto. Consecuencia: un equipo altamente eficiente en sus resultados. ¡Vale la pena empezar a hablar de amor cuando enumeramos las principales características del líder! Hablar… y empezar a dar ejemplo, a ver si lo vamos contagiando!