Y es que YO nunca te fallé. Y es que TÚ nunca te equivocaste. TÚ siempre fuiste certera en tus palabras, YO celebré con vehemencia las conversaciones. Juntos animamos al amor, viendo como éste se desanimaba con el resto de las relaciones. Un cuerpo perfecto, siempre bien tratado por mis propias manos, acariciado por momentos, solo lo justo, para conseguir que nunca olvide. Tu comprensión, me demostró equivocarme, siempre al márgen. Un afecto íntimo, mutuo y real, hacía de tu risa melodías, de mis paseos un baile, de nuestro amor un silencio. TÚ eras perfección y YO, simetría entre tus brazos. El deseo nos habla, y dice que nada volvera a ser lo mismo. Nunca repetiremos el mismo día. Y por eso, desde lo más profundo del alma de un YO que no existe, a un TÚ que no quiero...J.J.Aguilera
Y es que YO nunca te fallé. Y es que TÚ nunca te equivocaste. TÚ siempre fuiste certera en tus palabras, YO celebré con vehemencia las conversaciones. Juntos animamos al amor, viendo como éste se desanimaba con el resto de las relaciones. Un cuerpo perfecto, siempre bien tratado por mis propias manos, acariciado por momentos, solo lo justo, para conseguir que nunca olvide. Tu comprensión, me demostró equivocarme, siempre al márgen. Un afecto íntimo, mutuo y real, hacía de tu risa melodías, de mis paseos un baile, de nuestro amor un silencio. TÚ eras perfección y YO, simetría entre tus brazos. El deseo nos habla, y dice que nada volvera a ser lo mismo. Nunca repetiremos el mismo día. Y por eso, desde lo más profundo del alma de un YO que no existe, a un TÚ que no quiero...J.J.Aguilera
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