El liquido amniótico es bueno incluso después del parto

Por Celia Garabaya @britishbubbles

Si hay algo que sabemos con certeza sobre el embarazo y la salud de los niños. Es que no conocemos ni el 3% de lo que deberíamos saber. Aunque la medicina ha hecho grandes avances en cuestiones de salud en los últimos 100 años. Sabemos que la parte de conocimiento es muy inferior a lo que sabemos con certeza. Aun os queda mucho tiempo para que seamos capaces de entender de verdad el funcionamiento del cuerpo humano. Lo que si estamos seguros es que es un sistema complejísimo y que todo tiene una explicación en su funcionamiento y actuación. Por suerte miles de personas en el mundo siguen investigando y presentando sus publicaciones para poder esclarecer cada vez más dudas. El proceso del embarazo es uno de los procesos que aunque conocemos bien las diferentes fases semana a semana, aun tenemos mucho que entender. Uno de los agentes fundamentales en el embarazo es el líquido amniótico. Y hoy además de descubrir sus funciones, vamos a ver como puede ayudar a curar alguna enfermedad en niños.

¿Qué es el líquido amniótico?

Creo que todos creemos que sabemos bien lo que es el líquido amniótico. Pero, aun así vamos a repasarlo para poder empezar a hablar sobre él. Se trata de una sustancia producida por la madre desde el primer momento del embarazo con una función principalmente protectora para el bebé. Es de un color amarillo transparente y más denso que el agua. Está en el mismo espacio que ocupa el bebé llenando la placenta del mismo. El liquido amniótico tiene proteínas, lípidos, carbohidratos… que pasarán al bebé en algún momento del embarazo.

Funciones principales del líquido amniótico.

Como prácticamente todo lo que está involucrado en un embarazo, el líquido amniótico tiene una serie de funciones que debe de cumplir para que el embarazo se desarrolle correctamente. Destaquemos algunas de ellas:

Amortiguador: En verdad el líquido actúa como un amortiguador hidráulico completo para el bebé. Protegiéndole de movimientos y de estar totalmente apretado. Al estar la cavidad llena de líquido, hace que la bolsa que rodea al bebé no pueda cerrarse y ni comprimirse presionando al bebé. Además consigue que los movimientos del bebé sean mucho más lentos que lo que serían si no tuviéramos el líquido amniótico.

Desarrollo de los pulmones. El bebé está constantemente tragando liquido amniótico. No es casualidad, es algo predeterminado. Ya que una de las funciones que tiene, es conseguir preparar los pulmones del niño para cuando tengan que empezar a respirar. El líquido amniótico entra por la boca del bebé y pasa por los pulmones, madurándolos poco a poco. Gracias a todo lo que contiene.

Durante el embarazo, el bebé no está preparado para controlar su temperatura. De hecho tardará un tiempo desde el momento del parto. Es otra de las funciones que tiene, controlar la temperatura que tiene el bebé, consiguiendo que en días de muchísimo calor, el bebé esté más fresco y más calentito en los días de fuerte frío. La naturaleza es muy sabia.

Como vemos el líquido amniótico no solo tiene funciones de protección del bebé, sino que además nos aporta vitaminas, ayuda a madurar algunos de los órganos vitales que necesitaremos durante el resto de nuestras vidas. Pero, parece que el líquido amniótico no se queda solo ahí, sino que puede sernos muy útil para otra serie de situaciones. Incluso una vez que hemos nacido. Veamos un estudio realizado sobre las ventajas del líquido para los niños prematuros.

El líquido amniótico en niños prematuros.

Entendemos por niño prematuro, aquél que nace antes de tiempo. Cuando hablamos de embarazo, siempre decimos que son 9 meses, aunque más concretamente se trata de 40 semanas. Hay muchos motivos o circunstancias por las que el momento del parto se puede adelantar, tanto naturales, como por decisión de nuestros médicos. Aunque también podemos dividir el parto prematuro, dependiendo en que semana de embarazo sea concretamente. Así tengamos en cuenta que en la semana 34 el bebé ya está totalmente formado y tan solo tendrá que engordar y mejorar sus cualidades. Pero, está preparado para sobrevivir en el exterior. Ya que sus órganos vitales ya están listos. A diferencia de si pasa antes, y aun nos faltan algunos órganos para finalizar el proceso. Es evidente que la primera no tiene mucho problema. Aunque si tengamos que protegerle y cuidarlo con más atención.

Pues hace un año, unos médicos investigaban sobre una enfermedad conocida como “enterocolitis necrosante“. La cual se diagnostica a muchos bebés prematuros estimando que uno de cada diez bebés prematuros lo sufren. Y que se estima que hasta un 40% de los bebés que la padecen acaban falleciendo. Consiste en una inflamación del intestino. Y se está intentando averiguar cuales son sus principales causas para poder curarla. Aunque aun no hay un tratamiento 100% viable los especialistas creen haber encontrado la clave en el líquido amniótico de la madre. Además de todas las vitaminas y proteínas que posee el líquido, también posee en gran medida muchas células madre y en gran cantidad. (Seguro que has oído hablar del cordón umbilical y la importancia para las células madre) Pues en el líquido amniótico nos encontramos algo muy similar.

De momento solamente se ha probado con animales. Aunque los datos recogidos hacen que los médicos se sientan muy optimistas. Al fin y al cabo como dicen, el problema es una inflamación muy fuerte en el intestino. Y es muy conocido el poder que tienen las células madre como antiinflamatorio. Los investigadores seguirán por este camino. Para que un buen día sean capaces de resolver todos los problemas y encontrar una solución definitiva a la enfermedad infantil.