¿Habéis ido al cine últimamente? Hay varias elecciones interesantes, entre ellas una película francesa que, a priori, puede que no llame excesivamente la atención: "El lobo y el león". El título ya hace referencia a dos animales, ambos fieros, a su manera. Pero, paradójicamente, la historia que acoge es tierna a más no poder.
La protagonista es una veinteañera llamada Alma que tiene un objetivo profesional bastante definido: convertirse en una pianista de primera categoría. Pero las circunstancias la llevarán a una isla lejos de su hogar inicial, y por una serie de casualidades, terminará conviviendo con dos cachorros de lobo blanco y león, todos juntos y revueltos.
¿Recordáis 'Mía y el león blanco'? Es algo así como una continuación. Como se indica en los créditos finales, la historia de amistad y camaradería entre el león y el lobo es real, ya que fue rodada durante el crecimiento de estos dos animales, que se criaron como auténticos hermanos. Tiene secuencias sorprendentes, por la vena artística con la que actúan el lobo blanco y el león.
Mozart y Soñador, así se llaman los animales. El motivo es divertido en el caso de Mozart, si queréis descubrirlo, no os la perdáis.
Lo dicho: una película sobre naturaleza, amistad, animales y defensa de la naturaleza.
Os la recomiendo (es entretenida, y fácil de ver, tanto para adultos como para niños). Por cierto, en un momento dado, en la película renombran a 'Soñador' como 'Monstruo'. Un niño de unos cinco años que se sentaba en la fila de atrás con su padre, dijo en alto: "se llama soñador".
Os deseamos una semana de cine.