Hasta 1839, en que se introdujo el ferrocarril, Stratford (no confundir con Stratford-upon-Avon, donde nació
Shakespeare) no era más que un pequeño centro agrícola. Luego se convirtió en un suburbio industrial y ha acabado siendo uno más de las docenas de pueblos
dormitorio que existen en las inmediaciones de Londres, formando parte del llamado Gran Londres (Greater London). Una más de
las llamadas Commuter Cities.
Vistas del Estadio Olímpico y demás instalaciones, desde la tercera
planta de los grandes almacenes John Lewis, en el centro comercial
Westfield Stratford City. Por cierto, ignoro cuál será la misión
de esta torre tan singular.
(JMBigas, Marzo 2012)
El commuter es un tipo de
ciudadano que se caracteriza por vivir en un lugar diferente del
lugar donde trabaja, o quizá trabaja en un lugar diferente del que
vive. Cada día, dos veces (por la mañana y luego por la tarde)
utiliza algún medio de locomoción (el coche propio, trenes de
cercanías, Metros, autobuses, o en casos extremos, incluso avionetas, helicópteros o globos
aerostáticos) para acercarse al trabajo o para volver a casa.
Cuando todas las zonas de
docks (muelles) del Este de Londres se empezaron a recuperar para la vida útil,
y se construyó Canary Wharf y todo lo que eso significa, también se
construyó la primera línea del Metropolitano sin conductor, a la
que se llamó DLR (Docklands Light Railway).
Stratford, que tenía,
por supuesto, su propia estación del ferrocarril de cercanías, pasó
a ser la terminal de uno de los ramales del DLR. Con lo que ya
existía y lo que se fue construyendo con el tiempo y los diferentes
eventos, hoy en la zona oriental de Londres cubierta por el DLR está tanto el London City Airport
(LCY) como el Millenium Dome (hoy conocido como O2) o el centro de
convenciones y acontecimientos ExCeL (Exhibition Centre London).
Cuando se inauguró el
servicio ferroviario comercial a través del Túnel bajo el Canal de
la Mancha (1994), el viaje en Eurostar entre París y Londres tardaba unas
tres horas. Desde París hasta Calais y la entrada al Túnel, existía
una excelente línea de Alta Velocidad, que permitía alcanzar la
costa en poco más de hora y media. Pero, saliendo del Túnel por el
lado británico, en Folkestone, el maravilloso convoy se juntaba con
el tráfico local de Kent, y tardaba más de una hora en alcanzar la
estación de Waterloo en Londres (la terminal del Eurostar desde su
puesta en marcha hasta el 2007, en que se remodeló por completo la estación de
St Pancras, que tiene en la actualidad ese papel).
Diversas imágenes de los alrededores del Westfield Stratford City,
junto al Parque Olímpico, todavía en obras.
(JMBigas, Marzo 2012)
El Reino Unido, en otros
momentos pionero mundial en el transporte ferroviario, perdió la
carrera de la Alta Velocidad frente a Japón, por supuesto, pero
también frente a Francia o incluso España. Cuando en diciembre de 1981 los primeros trayectos inaugurales del llamado APT (Advanced Passenger Train) entre Londres y Glasgow sufrieron diversos problemas (fallos en el sistema de basculación, gripado de frenos por el frío, incluso un convoy bloqueado por la nieve), el cénit británico de su poderío ferroviario
ya se había extinguido hacía algún tiempo.
La construcción del
Túnel bajo el Canal de la Mancha (una obra colosal desde todos los
puntos de vista) abrió la posibilidad de conectar Londres (o incluso
otras ciudades británicas) con las grandes capitales europeas
(especialmente París y Bruselas) en trayectos ferroviarios directos
de duración muy competitiva.
Así nació el proyecto
HS1 (High Speed 1), que ha permitido construir la primera
línea ferroviaria de Alta Velocidad en todo el Reino Unido. Conecta
Folkestone (la salida británica del Túnel) con la estación de St.
Pancras en Londres en una media hora, lo que permite realizar el trayecto completo entre París y Londres en solamente dos horas y cuarto. Aparte de los trayectos
internacionales, también circulan por esta ruta algunos trenes
nacionales (de la compañía SouthEastern) que unen Londres con diversas localidades del Sudeste
inglés. Para ello, se han construido tres estaciones nuevas en la
HS1: Ashford International, Ebbsfleet International y Stratford
International. Muy poquitos servicios Eurostar paran en alguna de
estas estaciones intermedias. Pero ellas son la clave de la
integración de la nueva línea HS1 en la muy tupida malla
ferroviaria convencional de Gran Bretaña.
El nuevo Estadio Olímpico, entrevisto desde las vallas que
protegen las obras todavía en curso.
(JMBigas, Marzo 2012)
Con todas estas
novedades, pues, hemos visto a Stratford, una commuter city
más, convertida en ciudad con presencia internacional y hasta con una
estación ferroviaria de Alta Velocidad, que la une a St Pancras en
Londres en tan sólo 7 minutos (por 5,70GBP, eso sí).
Cuando Londres fue
declarada Ciudad Olímpica 2012, la decisión de ubicar las
instalaciones principales (el Parque Olímpico con su Estadio Olímpico, la Villa Olímpica,...) en
algún lugar del Este de Londres parecía la opción más evidente.
East London ya era una zona muy deprimida en la época victoriana de
los crímenes de Jack el Destripador, y todos los desarrollos ligados
a la nueva ciudad de los negocios de Canary Wharf le han lavado la
cara, y han permitido ver en toda la zona nueva construcción de
oficinas, hoteles o viviendas, ya del siglo XXI.
Finalmente, el lugar
elegido como sede olímpica principal fue Stratford. A cuatro meses del inicio de los Juegos
Olímpicos el próximo mes de Julio, he tenido ocasión de visitar un
poco la zona que, como podéis suponer, está plenamente en obras,
con las prisas habituales de la fecha fija de terminación.
A la estación
ferroviaria tradicional de Stratford, aparte del DLR, llega también la línea
Jubilee y el London Overground, una experiencia muy estimulante de
construcción de una ruta ferroviaria orbital de Londres, reutilizando en buena
parte tramos ya existentes, algunos de ellos abandonados y otros muy
infrautilizados. Otro día os contaré más detalles tanto sobre el London Overground como sobre el macroproyecto CrossRail. Por la estación de Stratford International circulan
(la gran mayoría sin parar) muchos trenes Eurostar al cabo del día, y algunos otros
locales de la compañía Southeastern, con destinos la mayoría
marítimos, como Margate, Dover o Folkestone. No hace mucho tiempo se extendió el recorrido del DLR, de modo que su terminal actual es Stratford International.
En los alrededores de la estación Stratford International
se está construyendo la Villa Olímpica.
(JMBigas, Marzo 2012)
Entre las dos estaciones
(la International está ubicada ligeramente más al Norte que la
local), ha nacido y crecido un gran Centro Comercial, llamado
Westfield Stratford City. Se tiene acceso a él directamente desde la estación local de Stratford. En la tercera planta de los grandes
almacenes John Lewis de ese centro está instalada actualmente una de las tiendas oficiales London 2012, donde están a la venta toda clase de gadgets y
recuerdos relacionados con los Juegos Olímpicos y Paralímpicos que
se van a celebrar allí este año. A su vez, esa tienda es, hoy por hoy y hasta su inauguración oficial, el mejor
mirador de las instalaciones olímpicas. A nivel de la calle, se
vislumbra el Estadio Olímpico y alguna otra construcción, pero
solamente a través de las vallas y las verjas que protegen las obras
en curso.
Por utilizar las palabras
que todos los responsables turísticos han aprendido y ya no paran de
repetir, los Juegos Olímpicos de Londres 2012 han contribuido a
poner en valor una zona del Este de Londres, que de otra forma
hubiera estado condenada a la somnolencia y el aburrimiento de ser poco más que una commuter city.
En la zona de los Docklands se encuentra también el pequeño Aeropuerto London City (LCY), que es el quinto de Londres (tras los gigantes Heathrow y Gatwick; y los más pequeños y alejados Luton y Stansted). Para mí es, desde luego, el más cómodo: es pequeño y manejable y tiene una estación propia del DLR, desde donde se llega a Bank (en plena City) en 22 minutos. Sin embargo, existen pocos vuelos a este aeropuerto (desde Madrid, sólo un par los días laborables). Los aviones que vuelan a LCY son reactores más pequeños de lo habitual (por limitaciones de su pista), los conocidos genéricamente como CityLiners, por lo que el vuelo tarda unos diez minutos más de lo habitual.
Volé la semana pasada al London City. Mi vuelo aterrizó a las 9.05 de la mañana. Para que os hagáis una idea de su comodidad, tras recoger la maleta que había facturado, tuve que hacer tiempo (dos cigarritos, en la calle, por supuesto) para esperar a las 9.30 en que empieza el período off-peak y las tarjetas DayTravelCard resultan más baratas.
Imágenes de la entrada al London City Airport. Por el puente circulan
los trenes del Docklands Light Railway (DLR).
(JMBigas, Marzo 2012)
Aunque es un episodio poco conocido, en los años 70 el Gobierno de Edward Heath manejó un proyecto (que nunca llegó a ser una realidad) de construir un aeropuerto completamente nuevo (que sustituyera a Heathrow) en el estuario del Támesis, más allá de Southend-on-Sea, en la zona conocida como Maplin Sands, junto a Foulness Island. Incluso se inició su construcción, pero hubo que abandonar el proyecto. Curiosamente, el pasado mes de Enero el rubito alcalde de Londres (Boris Johnson) filtró a la prensa que el Gobierno podría estar evaluando un plan parecido en la actualidad. Pero existe hoy una fuerte oposición a construir esa rápidamente llamada Boris Island, especialmente por parte de los ecologistas.
Aparte de las fotografías de la zona, también os incluyo un vídeo de los alrededores de la estación de Stratford International, donde se está construyendo la Villa Olímpica para residencia de los deportistas durante la celebración de los Juegos.
Por el momento, esto es lo que hay.
JMBA