Si las predicciones científicas no fallan, en tan sólo dos décadas, o incluso antes, comer pescado salvaje será un lujo que sólo los más ricos podrán permitirse, alerta hoy el Daily Mail.
Según publica el rotativo inglés, las medidas para conservar las poblaciones de peces han llegado demasiado tarde, y nuestros platos se llenarán de una especie de pez reconstituido a partir de algas y medusas.
La sobreexplotación de la voraz industria pesquera es la responsable, y también es ella la que más se niega a reconocer los datos que hacen esperar que esto ocurra. Pero no sólo ella, también se ha llegado a esta situación por la falta de medidas políticas desde la UE desde hace cuatro décadas, cuando era el momento adecuado.
Se sostiene que las cifras dadas por los científicos son "elocuentes y convincentes": "Esto significa que uno de los principales recursos alimentarios de la humanidad se ha agotado en poco más de un siglo, víctima no tanto de nuestra codicia de pescado como de la incompetencia política".
Pero hablemos de alguno de los informes que prevén este desastre, por ejemplo el nuevo informe del eminente biólogo marino Callum Roberts. Su investigación muestra cómo se utilizan los modernos barcos, siendo capaces de permanecer en el mar durante semanas, recorriendo el océano más profundo para esquilmar la vida marina, con el fin de conseguir el máximo de peces para la venta.
El profesor Roberts denuncia cómo la pesca excesiva ha destruido no sólo especies, sino también los ecosistemas marinos, haciendo que las posibilidades de recuperación de las poblaciones sean mínima. Incluso si se detiene la pesca, sería insuficiente debido a la destrucción masiva de su mundo.
Algunos científicos como Roberts y algunos grupos activistas insisten en que si hubiera alguna remota esperanza, sin dudarlo, ésta pasaría la creación de reservas marinas. Es decir, la solución es la prohibición total de la pesca en amplias zonas que sirvan de refugio.
El problema es que estas medidas quizá llegarían demasiado tarde para garantizar el futuro de este alimento. Y, lo que es más importante, para preservar la biodiversidad y el derecho a la vida de estas criaturas.
Fuente: Ecología Blog