Arbeloa declaraba en la radio la semana pasada que si Simeone necesitaba sal o huevos, que pasara por su casa, pero el Cholo y los suyos le demostraron que a lo mejor, sal pueden necesitar, pero de lo otro van sobrados.
Y viendo la oportunidad tras el ridículo partido de los blancos, el Barça saltaba a San Mamés, a la catedral, a la casa de Telmo Zarra, con la intención, la urgencia diríamos, de ganar para ponerse a un solo punto del líder. Y vaya si lo hizo.
Espectacular partido, con goles, con algunos momentos de emoción y con un Messi de otra galaxia ¡ Como echaremos de menos estas jugadas cuando ya no haya nadie como él!
Incluso si Neymar hubiera estado fino en la resolución el resultado pudo ser de escándalo porque hubo oportunidades para ello.
Vamos a un solo punto y las trayectorias parecen opuestas, mientras ellos no encuentran el camino los nuestros parecen haber afinado la puntería y hasta puede que nos consideren favoritos para lograr el título. Ha estallado la paz en el vestuario o al menos se ha firmado una tregua, y Messi ha sacado el tarro de las esencias que tenía escondido entre los papeles de Hacienda y los agravios de los que deberían ponérselo fácil y hacen lo contrario.
Alguien tendrá que llamar a la Agencia Tributaria o ganaremos la liga