'El mágico mundo de Harry Potter': Island of Adventure

Por Viajaelmundo @viajaelmundo

Quería visitar Island of Adventure para llegar hasta el parque temático de Harry Potter. Había pasado ya mucho tiempo escuchando que era como estar dentro del libro y necesitaba vivirlo. Me encanta la historia de Potter y la conozco como si hubiera terminado de leer los siete libros hace cinco minutos.

La fachada del castillo de Hogwarts se ve a lo lejos desde la entrada del parque; pero hace falta dar toda una vuelta para llegar hasta allí. Cuando lo ves arriba, entre las rocas, sabes que no es igual, pero que se le acerca bastante y eso, mezclado con la música que estamos acostumbrados a escuchar de Harry Potter, es muy fácil dejarse llevar. Sí, hay magia en el ambiente.

El pueblo de Hogsmeade aparece con sus casas cubiertas de nieve, con un bullicio propio de quien va entrando y saliendo de las tiendas. De un lado, carritos que venden Cerveza de Mantequilla y Jugo de Calabaza; la fila es larga pero irse de ahí sin haber tomado alguna de esas bebidas, es como no haber estado nunca. Más adelante, Honeydukes, la tienda de dulces donde se consiguen las pastillas de todos los sabores. Un poco más allá, Zonkos, la tienda de bromas en la que se pueden comprar Chivatoscopios o las Orejas extensibles. Estuve tentada en entrar a Ollivanders, la famosa casa de varitas, pero la fila era larga y lenta. Adentro hacen un pequeño show en el que dejan que la varita “elija al mago”, como se ve en la película. Las Tres Escobas y la taberna Cabeza de Puerco también tiene su espacio; al igual que Dervish y Banges, la tienda de instrumentos mágicos.

Dentro del castillo, justo donde no se puede pasar con cámaras, se pone más interesante aún. El ambiente es oscuro y frío, las paredes son altas y están repletas de cuadros que hablan y se comunican entre sí. Abundan los estandartes de cada una de las casas y el camino, que conduce a uno de los simuladores mejor logrados del parque, va siendo escoltado por el Sombrero Seleccionador que pasa todo el rato dando explicaciones. Esta atracción, a la que llamaron Harry Potter y la Aventura Prohibida te da la sensación de ir huyendo de los dementores, mientras Potter se encarga de espantarlos. Subidas, bajadas y la sensación más cercana de estar dentro del film, luchando contra el mal. Al salir de allí, una tienda abarrotada en la que se consigue de todo y ya afuera está Volando con el Hipogrifo, la montaña rusa familiar -para nada arriesgada- que vuela por los terrenos del colegio de magia y hechizería.

Ya casi al final de Hogsmeade, está la estación de trenes con el Expreso de Hogwarts listo para partir; pero no hay que irse de allí sin subir al Dragon Challenge: una montaña rusa doble, llena de vueltas, que deja los pies al aire y que es una de las mejores experiencias. Después de todo eso, una Cerveza de Mantequilla para dejar el pueblo atrás, con todo y su magia.

Para ver más fotos del parque temático de Harry Potter, haz click AQUÍ