Título original: The Glass Magician (The Paper Magician Trilogy #2)
Páginas: 256
Editorial: Oz Editorial
¿Cuánta magia estarías dispuesto a emplear para salvar a los que amas?
Tres meses después de devolver el corazón del mago Emery a su cuerpo, Ceony Twill está cada vez más cerca de dominar la magia del papel y convertirse en plegadora. Pero no todos los pensamientos de Ceony se han centrado en la magia: una caja de la fortuna le prometió un futuro lleno de amor, y aunque Ceony y Emery están cada vez más unidos, todavía no han roto la barrera entre profesor y estudiante.
Pero las cosas se complican cuando aparece un nuevo villano en sus vidas, un mago que quiere venganza y que quiere saber cómo Ceony logró vencer a un extirpador tan poderoso. Y otro mago que simplemente quiere matarla. Y al igual que en el primer libro, Ceony simplemente no se puede quedar quieta y esperar a que magos expertos y especializados se hagan cargo del asunto, brinca a la primera oportunidad para ponerse en peligro.
Admito que el primer libro me gustó muchísimo más porque me estaba introduciendo a un mundo con un estilo de magia del cual nunca había escuchado antes, materiales creados por el hombre que pueden cobrar vida. Por ejemplo, los plegadores, que le dan vida a figuras hechas con papel. Eso se me hizo super original. Además, creo afectó un poco que todo el tiempo me imaginara a Matthew Goode en el papel de Emery Thane (No pude evitarlo). Pero en éste segundo libro como que mi emoción por la historia bajó un poco, ya que comencé a sentir un poco forzado el enamoramiento de Ceony, a mi parecer se enamoró en un periodo MUY corto de tiempo y por razones sin peso. Y en éste libro ya la vemos ruborizándose, y añorando cosas que sobran en la historia. Y como no soy fan de los romances intensos que de la noche a la mañana ya no pueden vivir sin el supuesto ser amado, logró que en mi se creara una barrera al leer la historia.
Sigo pensando que es un mundo mágico interesante, y me encanta imaginar cada que los magos hacen algo con sus materiales, especialmente los plegadores, ya que me imagino a las figuras de pájaros (por ejemplo) cobrando vida y volando para entregar un mensaje. Es un estilo que definitivamente me encantaría ver algún día en una película.
Si la autora se hubiera centrado más en la trama, en la magia y en la acción que en el juvenil enamoramiento de Ceony, creo que pudiera haber disfrutado un poco más de la historia. No siento que sea mala, simplemente dejó de ser el estilo que disfruto. Pero aún así, me lo devoré rapidísimo. Ojalá la autora hubiera desarrollado un poco más su universo, agregarle más detalles en lugar de apurarse a avanzar con la historia. Pero en fin, se disfruta.
¿Leeré el último libro? Sí, probablemente sí, si se me da la oportunidad, definitivamente lo leeré. Porque sí me causa mucha curiosidad saber cómo la autora le dará un fin a la historia. Espero de todo corazón no sea tan cursi como me imagino que será. Tengo fe en que me sorprenderá.