El maíz en tiempos de guerra

Publicado el 04 febrero 2018 por Diezmartinez
Estrenada este viernes pasado en la Ciudad de México en el circuito cultural –es decir, Cineteca Nacional y salas afines-, El maíz en tiempos de guerra (México, 2016), el más reciente largometraje del veterano cineasta y director de televisión Alberto Cortés (El amor a la vuelta de la esquina/1986, Ciudad de ciegos/1991, Corazón del tiempo/2009, telenovelas Corazón Salvaje/1993, El día que me quieras/1994) está disponible, al mismo tiempo que en las salas de cine de la capital, en el sitio de Filmin Latino (www.filminlatino.mx) para quien quiera revisarlo. La decisión no solo es lógica sino hasta necesaria: ¿de qué otra manera se vería en todo el país un largometraje documental sobre cuatro familias indígenas que luchan por proteger y conservar la siembra de maíz como una última forma de resistencia cultural, existencial, ontológica? Si no es a través del streaming, imposible. Esta puede ser –de hecho, ya lo es- la salida del cuello de botella de la exhibición de cine nacional mientras no cambien las reglas.Pero en fin. Ese es otro tema. El maíz en tiempos de guerra es un documental ubicado en tres zonas del país (Chiapas, Oaxaca y Jalisco) entre tres etnias indígenas (tzeltal en Chiapas, mixe en Oaxaca, huichol en Jalisco), entre cuatro familias –dos de ellas chiapanecas- a las que conocemos en su afán diario de sembrar sus respectivas milpas.La cámara de Marc Bellver sigue el trajinar cotidiano de las cuatro familias y su conocimiento ancestral, que han aprendido y enseñado de generación en generación: la forma de preparar la tierra, la manera en la que otros productos (el frijol, la calabaza) crecen al lado del maíz, los distintos colores de los granos de la mazorca como señal de los colores que las rodean, su compromiso de no usar ningún tipo de fertilizante que no sea orgánico cual terca forma de resistencia cultural/social/económica y su desafío al “recuperar” –en todos los sentidos- la tierra para seguir levantando sus milpas, sin importar la presión de las transnacionales, de las mineras y hasta de los narcos, pues la amenaza viene ahora de todas partes, de todos lados.Cortes no es extraño a este cine comprometido y militante (sus cortos y mediometrajes documentales siguen esta veta, de la cual también abreva su encantador melodrama revolucionario zapatista Corazón del tiempo), por lo que El maíz en tiempos de guerra no es una obra tan atípica en la filmografía del director de Ciudad de Ciegos como podría parecer. Y si es cierto que su propuesta no deja de ser conservadora, lo es en el mejor sentido del término y a mucho orgullo. Después de todo, como país, ¿no debemos luchar para conservar algo? ¿El maíz aunque sea? ¿El maíz sobre todo?