El mal tiempo destapa el próximo colapso energético de Estados Unidos

Publicado el 05 febrero 2011 por Jaque Al Neoliberalismo

Con más de 300 millones de habitantes, un consumo descomunal y uno de los inviernos más crudos de las últimas décadas, Estados se enfrenta a un reto energético sin precedentes. La situación se ve agravada por los cortes de suministros de gas natural y electricidad en varios estados. En Nuevo México, la gobernadora Susana Martínez debió declarar el estado de emergencia. El frío ha disparado el consumo hasta niveles que las instalaciones y provisiones energéticas han colapsado por lo que desde el martes los cortes de suministro han sido continuos. La New Mexico Gas Company además explicó que los problemas en West Texas también dificultaron la provisión de gas.
En el estado de Texas, la Texas Gas Service, ha pedido encarecidamente a sus ciudadanos que rebajen el uso de gas natural ya que la excesiva demanda ha provocado una pérdida de presión en algunas zonas y faltas de suministro. De hecho, la compañía recomendó el cierre voluntario de algunos comercios para evitar más cortes energéticos.
La situación durante estos últimos días ha sido de precariedad absoluta. En el estado de Texas más de 900 familias no contaron con calefacción durante la oleada de temperaturas polares y lo más sorprendente es que las suministradoras confirmaron que este problema no se puede solucionar, debido a la falta de suministro. La misma suerte corrieron 14.000 clientes de Southwest Gas, en Arizona, que se quedaron sin calefacción debido al significativo aumento de la demanda por el frío. En San Diego, la mezcla de gaseoductos congelados en las Rocosas y los problemas de suministro en Texas y la descomunal demanda en el centro oeste y el sur del país también provocó cortes.
Para intentar paliar la situación, México ofreció transferir parte de su suministro, un total de 280 megavatios eléctricos, al estado de Texas el pasado miércoles. Sin embargo, finalmente, la Comisión Federal Eléctrica de México echó pie atrás después de los problemas climatológicos que también sufre el norte mexicano.
En medio de este desaguisado, la petrolera Shell anunció que abandona sus planes de perforar las aguas del mar de Beaufort, en el Círculo Polar Ártico, para centrarse en conseguir permisos para el año que viene. Con este panorama, el senador demócrata de Alaska, Mark Begich, culpó de este hecho al presidente Barack Obama y a la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) que con sus restricciones "ha provocado la pérdida de otra temporada de explotación en la zona y la pérdida de 800 empleos".
En un momento en que la inflación y el precio de las commodities no hace más que subir, pese a que el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, se empeñe en negarlo, muchos acusan a la administración Obama de estar "desindustrializando" al país y ser el responsable de los recortes de suministros con sus políticas medioambientales y energéticas.
Desde hospitales hasta las luces de semáforos y otras señales de tráfico se han visto afectadas por los recortes de suministro. La construcción de nuevas refinerías y plantas energéticas se han visto restringida mediante las nuevas regulaciones de la EPA para cumplir los nuevos estándares de emisión.
El único estado que se ha opuesto a los planes del gobierno federal ha sido el de Texas, cuya economía dependen básicamente de la explotación petrolera y energética, y que el pasado 2 de enero determinó que la EPA no tiene jurisdicción ni autoridad para regular la política de emisión de gases nocivos en el área.
Otra docena de estados ha interpuesto demandas contra el gobierno federal sobre la regulación de la EPA pero, al contrario que Texas, han implantado la normativa medioambiental mientras los casos son estudiados por los distintos tribunales de EEUU.
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Tomado de El EconomistaUna mirada no convencional al neoliberalismo y la globalización