Dos peritos del Ministerio de Fomento han descartado finalmente ante el juez de la Audiencia Nacional que hubiera habido fallos humanos o técnicos como causantes del accidente del vuelo AH5017 del McDonnell Douglas MD-83 de la compañía española Swiftair que se estrelló en Mali el pasado 24 de julio, a bordo viajaban 110 pasajeros y 6 tripulantes –2 pilotos y 4 TCP– (los 6 de origen español eran el piloto Agustín Comerón, la primera oficial Isabel Gost y los tripulantes de cabina Rafael Gasanaliev, Miguel Ángel Rueda, Raúl Montero y Federico Cárdenas). El avión siniestrado partía a las 01:17 (hora local) desde el aeropuerto Uagadugú en Burkina Faso y tenía que haber aterrizado en el aeropuero Internacional Houari Boumedienne en Argel a las 05:10 (hora local) pero la torre perdió control con la nave 50 minutos después del despegue.
Informes se han presentado ante el magistral tras analizar ambas situaciones, estado y situación de la tripulación y las condiciones técnicas del aparato en el momento del accidente. Los pilotos contaban con las licencias de vuelo y permisos correctos y que también se habían respetado los descansos, “era una tripulación con un entrenamiento óptimo”, así comparecían.
Respecto a las condiciones técnicas del avión, la compañía Swiftair contaba con los certificados requeridos, matriculación y aeronavegabilidad, también cumplía los requisitos de mantenimiento, los programados y los relativos a imprevistos (averías).
Además de los 6 españoles en el avión viajaban 54 personas de nacionalidad francesa y ciudadanos de Argelia, Bélgica, Burkina Faso, Camerún, Canadá, Egipto, Alemania, Líbano, Luxemburgo, Malí , Nigeria, Suiza y Ucrania
El avión despegaba a las 01:17 (hora local) y sobre las 01:39, unos minutos después de alcanzar la velocidad de crucero, comienza a disminuir la velocidad y altitud de manera progresiva hasta que se perdió contacto, volando entonces a 740 km/h.
Las conclusiones preliminares presentadas a la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil de Mali (CIAIAC) indican las condiciones meteorológicas adversas y el riesgo de congelación de la estructura como causa principal del accidente.
Durante el ascenso la tripulación realizó varios cambios de rumbo para evitar una zona de tormenta, después la velocidad del avión disminuyó, perdió altura y cayó haciendo una curva a la izquierda, golpeando el suelo a gran velocidad.
Las temperaturas exteriores pasaron de los 16ºC bajo cero a 32ºC generando riesgos de congelación o turbulencia severa.
El próximo 21 de noviembre volverán a reunirse los dos peritos del Ministerio de Fomento con los magistrados franceses encargados de la investigación.