El Manchester City vuelve a soñar

Publicado el 22 abril 2012 por Marianofusco

Concluido el encuentro ante el Arsenal del pasado 8 de abril las ilusiones de conquistar el título parecían haberse desvanecido definitivamente para el Manchester City. El equipo había perdido de forma categórica y con seis jornadas por disputarse veia al United ocho unidades por debajo.

Nada hacía suponer un cambio radical de escenario, sin embargo el mismo se dio y lo que por aquel entonces se antojaba imposible fue dejando de serlo para darle paso a una realidad que concluida la trigésimo quinta jornada encuentra al elenco ciudadano vivo y con los sueños de campeonato más intactos que nunca.

Dicha renta de puntos no solo ya no existe, sino que además tampoco es mas de cinco como lo venía siendo desde que el United cayó sorpresivamente ante el Wigan en condición de visitante. Es nada más ni nada menos que de tres y además cuenta con el aditamento extra de que ambos conjuntos se enfrentarán la próxima jornada en un mano a mano en el que los conducidos por Roberto Mancini tendrán la gran chance de limar esa pequeña distancia y llegar a los últimos dos encuentros en igualdad de condiciones.

Todo pasó en el día de hoy, en el que la realidad comenzó a verse modificada desde bien temprano con la igualdad del Manchester United ante el Everton, que hizo temblar las redes visitantes de Old Trafford por primera vez desde que lo hiciera el Athletic Bilbao de Marcelo Bielsa y se llevó un 4-4 inolvidable.

El encuentro resultó ser una pesadilla para el líder, que se sobrepuso a una desventaja inicial pero luego desperdició dos veces una renta de dos goles y acabó desesperado en busca de una victoria que tuvo en la mano pero que se le escapó de forma increible.

Uno de los grandes verdugos fue el croata Nikica Jelavic, quien inauguró el tanteador y posteriormente volvió a convertir para que el Everton recobrara la ilusión tras encontrarse perdiendo 4-2 luego de una increíble y apasionante ráfaga en la que el United quebró la paridad en uno con la cual se había llegado al descanso gracias a los tantos de Danny Welbeck, Nani y Wayne Ronney, quien marcó su gol 180 como diablo rojo dos minutos después de que descontara Marouane Fellaini.

Y otro fue Steven Pienaar, quien solo dos minutos después del mencionado gol de Jelavic silenció al público local vulnerando a David De Gea y dejando el juego igualando en cuatro cinco minutos antes de la conclusión. Creerlo aun es difícil.

Horas después el City aprovechó muy bien este traspié del United venciendo merecidamente al Wolverhampton (2-0), que aunque se esforzó y por momentos hasta pudo igualar el encuentro sumó una derrota que encima lo terminó condenando definitivamente al descenso de categoria.

Vivió de vaivenes el escolta, que matizó su actuación con algunos momentos de gran dominio y buen fútbol y otros en los que los nervios lo entumecieron y lo llevaron a sufrir muchísimo para conservar la ventaja que había obtenido.

El mejor de todos una vez más resultó ser Sergio Agüero, quien formando la linea atacante nuevamente con un Carlos Tevez que volvió a cumplir llevó permanente peligro y anotó el gol con el que el equipo se adelantó en el marcador poco antes de la media hora de juego luego de una gran acción de Gael Clichy.

El tanto premió el buen funcionamiento del City, que sin embargo luego se fue relajando y permitió que el Wolves lo acechara sin buen juego pero con empuje en un segundo tiempo en el que el triunfo se mantuvo en vilo hasta que Samir Nasri sentenció el duelo tras recibir una gran asistencia de Tevez.

Lo que parecía decidido, ahora ya no lo está. Parece increíble y en cierto punto lo es, pero que más podíamos pedir. La diferencia entre unos y otros es de solo tres puntos y todo comenzará a decidirse el próximo lunes en el Etihad. Y con el antecedente de aquel 6-1 en Old Trafford. Se alquilan balcones…