El Manifiesto Argentino, frente a la persistente demolición institucional que lleva adelante el gobierno, expresa su más firme rechazo al voto electrónico.
La reforma electoral que promueve el gobierno –con desesperada prisa por aplicar el sistema de boleta electrónica única en todo el país a partir de las elecciones del año que viene– abre peligrosamente la posibilidad de hacer fraude en las próximas elecciones legislativas de 2017, en las que las encuestas y mediciones publicadas hasta el momento auguran resultados posiblemente desfavorables para el oficialismo.
Por eso es sospechoso tanto apuro por cambiar el sistema electoral argentino, de voto manual y conteo físico. No hay ninguna objeción seria ni razonable al democrático acto de contar uno por uno los votos por parte de ciudadanos/as, sistema que entre 1983 y 2015 fue eficiente e incuestionado más allá de aislados episodios y denuncias que jamás modificaron la voluntad popular.
El sistema de voto electrónico es, hoy, el mayor peligro tecnológico que enfrentan las democracias en el mundo. El maravilloso avance cibernético contemporáneo, con todos sus aspectos positivos, en esta materia es cuestionado y está en retroceso en todo el mundo por la elemental razón de que concentra el escrutinio en muy pocas manos y en ambientes cerrados, impidiendo así que los votantes controlen los comicios. Además, la idea de "ganar tiempo en el escrutinio" con medios electrónicos es una exigencia de los grandes medios y grupos de poder, y no de la ciudadanía.
El Manifiesto Argentino subraya que son abrumadoras las evidencias acerca de la vulnerabilidad de todos los sistemas de conteo electrónico masivo, que resultan imposibles de auditar. No hay ninguna garantía frente a la posibilidad de hackeos y por eso Inglaterra, Alemania, Holanda, Irlanda, Australia y Finlandia, entre otros países, lo han prohibido luego de probarlo algunos años.
Una de las máximas autoridades mundiales en materia de voto electrónico, Victoria Collier, directora de comunicaciones de la Coalición Nacional de Defensa Electoral de los Estados Unidos y autora de "Cómo manipular una elección", sostiene que "la tecnología de votación electrónica es el paraíso de todo pirata informático", y según sus investigaciones "los hackers coinciden en que cada componente de los sistemas electorales electrónicos es ridículamente vulnerable al fraude". Luego de estudiar innumerables casos ella concluye que los defensores del voto electrónico dicen siempre que nadie puede probar jamás que las elecciones electrónicas hayan sido trampeadas, y que precisamente "ése es el gran problema. Que nunca podemos probarlo. Porque el diseño de los sistemas previene ante todo la detección de fraude. Es el crimen perfecto".
En consecuencia, El Manifiesto Argentino rechaza los intentos del gobierno para aplicar el voto electrónico por tres razones:
a) porque el voto electrónico atenta contra el artículo 37 de la Constitución Nacional reformada en 1994, que establece que "el sufragio es universal, igual, secreto y obligatorio". Dado que el sistema electrónico puede no ser comprensible para muchos/as votantes e impone de hecho requisitos desiguales derivados de estatus económico o social y grado de instrucción, podría vulnerarse en algunos o muchos casos el principio de IGUALDAD. Por eso los mejores sistemas de votación en el mundo, como ha sido y es el sistema electoral argentino, son los más simples y de más fácil comprensión. Precisamente lo que el voto electrónico no es.
b) porque al hacer imposible establecer si hubo fraude o no, puede conducir a fraudes incomprobables.
c) porque reivindicamos el histórico sistema electoral argentino, de voto manual y efectivo, conteo físico y control mediante la participación de la ciudadanía, sistema con el que el pueblo argentino viene votando desde 1983 y cuyos resultados permitieron, sin grandes incidentes, la elección de candidatos/as de muy distintos signos políticos.
En la República Argentina, 22 de Noviembre de 2016.
Junta Promotora Nacional Ejecutiva de El Manifiesto Argentino:
Mempo Giardinelli (Chaco), Graciela Bialet (Córdoba), Julio Rudman (Mendoza), Jorge Felippa (Córdoba), Atilio Fanti (Chaco), Graciela Falbo (La Plata), Carlos D. Resio (Misiones), Mónica Ambort (Córdoba), Luis Borda (Alemania), Natalia Porta López (Chaco), Roberto “Tito” Cossa (CABA), Noé Jitrik (CABA), Tununa Mercado (CABA), Emilce Moler (Prov. de Bs.As.), Andrés Avellaneda (EEUU), Fernando Basso (CABA), Alejandro Mosquera (Prov. de Bs.As.), Arnaud Iribarne (CABA), Pedro Peretti (Rosario), Juan Pablo Verguilla (Córdoba), Fortunato Mallimaci (CABA), Adrián Paenza (EEUU), Miguel Russo (Prov. de Bs.As.) y Carlos Bosch (CABA).
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