El Maquinista

Publicado el 02 octubre 2014 por Oscar Saura Bardaji @sauraoscar

Trevor es un operario de máquina en una fábrica, no logra conciliar el sueño, pero no es un insomnio corriente puesto que como él mismo le confiesa a Stevie (prostituta), lleva un año sin dormir. La fatiga que le provoca el insomnio le ha ocasionado un importante deterioro tanto físico como mental. Disgustados por su aspecto físico, sus compañeros de trabajo primero le evitan y después se vuelven contra él cuando uno de ellos pierde un brazo en un accidente en el que está involucrado.

Atormentado por la culpa, Trevor sospecha que sus compañeros conspiran para que le despidan o algo por.

Trevor investiga los extraños sucesos que están convirtiendo su vida en una pesadilla, pero cuanto más descubra, menos querrá saber.

Thriller psicológico. Drama psicológico


A lo largo de la película podemos observar que Trevor presenta una serie de síntomas que enumero a continuación:

  • El maquinista

    Insomnio (lleva más de un año sin dormir)

  • Alucinaciones
    • Escénicas: Iván, María y el congelador chorreando sangre y cayendo cabezas de pescado cuando lo abre.
    • Experienciales: En el parque de atracciones se entremezclan los recuerdos del accidente con la realidad.
    • Visuales: Reflejo en el espejo, el reloj del bar siempre marca la misma hora, fotografía del día de pesca, la sombra en la alcantarilla,…
    • Auditivas: Risas cuando va a buscar a Nicolás
  • Delirio de persecución: Cree que sus compañeros conspiran contra él y quieren hacerle daño. Esta situación le lleva a mostrarse ansioso e inseguro.
  • Ideas obsesivas seguidas de la compulsión de limpieza, anotar su peso y/ö vomitar. Se puede ver a Trevor lavar su casa con un cepillo de dientes, lavarse las manos con cloro,…
  • Amnesia
    • Respecto al accidente
    • Retrógrada puesto que no recuerda su pasado
  • No diferencia la realidad de la fantasía
  • Despersonalización: No se reconoce en la fotografía

Trevor vive atormentado desde que hace un año atropelló y mató accidentalmente a un niño. El sentimiento de culpa de Trevor por haber huido del lugar del accidente desencadena su cuadro sintomático y la creación de historias delirantes.

Presenta un delirio de persecución que le lleva a creer que sus compañeros conspiran contra él y quieren dañarle. Forman parte de este delirio las notas que encuentra por su casa.

También crea una historia delirante con tres personajes centrales: Iván, María y el hijo de María.

Iván: La culpa está representada por la persecución de Iván que a su vez representa los aspectos de la personalidad de Trevor que este se niega a reconocer en sí mismo. Tomando como referencia la teoría de Jung, Iván representa la sombra que es el “lado oscuro” del Yo, aquellas partes del “sí mismo” que Trevor se niega a reconocer.

Iván se comporta de la misma forma que lo hacía Trevor antes del accidente, lleva la misma ropa que llevaba Trevor, el mismo coche, las mismas gafas, las mismas botas,… Trevor le atribuye a Iván fragmentos de la experiencia actual y del accidente, estos últimos son las partes del “sí mismo” que rechaza.

María: Es la camarera del bar del aeropuerto y madre del niño que atropelló. De ellos solo conoce su aspecto físico. En torno a ellos construye una idea delirante en la que se aprecia una constante insistencia en “pagarles” y “compensarles” algo que se desconoce. En esta historia delirante se mezclan fragmentos del accidente y proyecciones de la niñez de Trevor y la relación con su madre.

En las noches de insomnio Trevor busca la protección y redención de dos personajes femeninos, Stevie (prostituta enamorada de él) y María (camarera del aeropuerto). Siguiendo con la teoría de Jung, estas dos mujeres representan el aspecto femenino presente en el inconsciente colectivo de los hombres, el anima. Stevie representa el contacto humano y el contacto con la realidad mientras que María representa  la madre, el hogar que Trevor nunca tuvo.

Antes del accidente Trevor mantenía vínculos con sus compañeros de trabajo, como se deduce de la conversación que tienen en los vestuarios de la fábrica sobre las noches de póquer y la fotografía de pesca con un compañero de trabajo. En esta fotografía se da una despersonalización inicial al no reconocerse en la misma. Tras el accidente se aprecia una usencia total de relaciones sociales, salvo la que mantiene con Stevie (prostituta).

Trevor tiene amnesia sobre los hechos que giran en torno al evento traumático. Esto le lleva a modificar la realidad y crear una nueva realidad en las escenas alucinatorias. Sus alucinaciones están cargadas de elementos simbólicos y fragmentos del evento traumático. En el parque de atracciones afloran recuerdos de su infancia y del evento traumático, en la cafetería del aeropuerto el reloj siempre marca la misma hora en referencia a la hora del accidente, Iván viste la misma indumentaria y conduce el mismo coche que Trevor en el momento del accidente,…

En varias ocasiones se ve a Trevor limpiando la casa con un cepillo de dientes y lavándose las manos con lejía. Se debe a una sensación de “polución mental”, es decir, “suciedad interior” que en el caso de Trevor está desencadenado por la obsesión que le produce  la culpa. Ante la idea obsesiva de culpa se desencadena la compulsión de limpieza como una forma de eliminar esa “suciedad interior” y neutralizar la obsesión.

Finalmente, cuando Trevor es castigado logra descargar la culpa.