El maravilloso mundo de los clásicos

Publicado el 11 junio 2012 por Nina @NinaRapsodia
Unas simples preguntas: ¿Lees clásicos? ¿Te gustan? ¿O haces cara de haberte tragado un limón si tienes que leerte uno? A veces me choca que las personas digan que los clásicos son aburridos y que es una maldición leer uno.

Mi siempre amado Oscar Wilde

En lo personal a mi me encantan. La cosa es que de pequeña en la mini-biblioteca de mi casa habían sólo libros antiguos, y en mi curiosidad infantil decidí iniciarme leyendo uno de ésos. Recuerdo haber leído "El lazarillo de Tormes" y "Robinson Crusoe" cuando tenía unos 8 o 9 años. Y desde ahí mis historial de clásicos es largo. En el colegio tuve que leer unos cuantos, y cuando mis compañeras les daba pereza y buscaban los resúmenes para los trabajos en internet, yo los cogía de la biblioteca y me los leía poco a poco. Oh, que buenos tiempos.
Recuerdo que lloré con Marianela y me asusté hasta la muerte con el final de El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde. En realidad, puede que para mi los clásicos de la literatura sean algo imprescindible, como para otras personas no. En mi caso, es porque en ellos encuentro algo que yo llamo "La esencia de la literatura"  que es como lo que han aportado los libros a la humanidad. A veces me decepciona un poco que estas obras maestras estén tan infravaloradas.
Admito que, también había clásicos regulares pero no me atrevería a decir malos. Porque hace muchos años el oficio de escritor era algo más, se escribían obras literarias más por amor al arte que para ganar dinero. O puede que yo esté equivocada. Pero hay algo en ellos que siempre me atrae más que cualquier otro tipo de libros. Diría que son más puros y sinceros. Pero como buena lectora, me gusta la mayoría de libros y géneros, porque si no entraríamos en un largísimo debate que me planteó una vez mi profesor de Estudios Literarios ¿Qué es la literatura? y no quiero ponerme filosófica.
En fin, sólo quiero decir que leer clásicos es maravilloso. Y que mi estrella de rock favorita siempre será Oscar Wilde.