Seis días atrás el astronauta Mark Watney se convirtió en uno de los primeros hombres en caminar por la superficie de Marte. Ahora está seguro de que será el primer hombre en morir allí. La tripulación de la nave en que viajaba se ve obligada a evacuar el planeta a causa de una tormenta de polvo, dejando atrás a Mark tras darlo por muerto. Pero él está vivo, y atrapado a millones de kilómetros de cualquier ser humano, sin posibilidad de enviar señales a la Tierra. De todos modos, si lograra establecer conexión, moriría mucho antes de que el rescate llegara.Gracias a Ediciones B por el ejemplar.
Sin embargo, Mark no se da por vencido; armado con su ingenio, sus habilidades y sus conocimientos sobre botánica, se enfrentará a obstáculos aparentemente insuperables.
Por suerte, el sentido del humor resultará ser su mayor fuente de fuerza. Obstinado en seguir con vida, incubará un plan absolutamente demencial para ponerse en contacto con la NASA.
Con un final sorprendente, El marciano es una novela brillantemente construida, un delirio ingenioso, con una mecánica del suspense que sorprenderá al lector una y otra vez y le hará perderse en el cosmos de la naturaleza humana y la lucha por la supervivencia.
Una experiencia literaria excepcional en gravedad cero.
Ay, ay, ay, Martian. Qué difícil me fuiste. No sólo porque lo empecé al comenzar el cuatrimestre, y todos sabemos lo bien (mal) que me fue con las lecturas desde entonces, sino porque, sinceramente, es un libro durísimo. Lo masticás hasta durmiendo.
Y aunque no es malo (Flor contradiciéndose, ¿a quién le sorprende?) sí es cierto que hay que leerlo con calma... mucha, mucha calma. Tranquilos. con un ventilador al lado y un vaso de gaseosa bien fría. Porque para bajarlo va a haber que trabajar mucho.
Atención: la primera cita tiene un spoiler.
El libro es exactamente lo que dice la sinopsis: astronauta se queda solo en Marte después de que sus tripulantes lo dieran por muerto (en una emergencia, ¿quién va a buscar un cadáver para llevar a la Tierra? Si se va a quedar ahí, mejor que lo lleve la próxima misión al planeta), pero, hey, no está muerto, así que ahora tiene que sobrevivir hasta que se den cuenta que lo dejaron o hasta que lo rescaten.
Y ninguna de las cosas está fácil.
Primero porque con la tormenta de arena se rompió la única forma que tenía de comunicarse con la NASA (ya que la otra estaba en la nave que se llevaron sus compañeros), y segundo porque faltan cuatro años para que la próxima misión llegue en su ayuda. Tiene comida para un año provista por la NASA. Va a morir.
Salvo que este es una historia muy imaginativa y no, no va a morir, porque Mark es un tipo inteligente y con todas las luces y empieza a luchar por su supervivencia. Si lo logra o no no se los pienso decir para no spoilearlos, pero es interesante ver cómo se desarrolla todo desde el día que se ve solito y abandonado en el planeta rojo hasta que pasa lo que pasa. Ahora, que sea interesante no quiere decir que sea fácil de leer.
Lo primero que dije cuando me preguntaron "qué tal el libro de esa peli del astronauta" (¿?) mientras lo estaba leyendo, les dije que era un libro de elite. "Un libro de elite" es una frase divina que me quedó, y la voy a seguir usando.
Es de elite porque es demasiado técnico, demasiado específico. ¿Lo puede leer cualquiera? Sí, claro; lo leí yo, que siempre me fue mal en Física y Química, y un poco también en Matemática, lo puede leer cualquiera. De ahí a que lo entiendas hay un largo camino por recorrer.
Me generó lo contrario a lo que (creo) quiere generar: no pude imaginarme casi nada de lo que estaba pasando. ¿Cómo me voy a imaginar la explicación de los compuestos químicos que tiene X cosa o lo que se hace para sacar hidrógeno de no sé dónde o generar combustible con pis? En serio, no estoy diciendo nada que no haya sido parte de esta historia. Sí, genera combustible con pis, pero eso no es lo importante... ¡atención, che!
¿Cómo me voy a imaginar lo mínimo de las cosas que pasan si no tengo ni idea de Física, Química o Matemática? Si vos me mencionás lo que pensás hacer y hablás un poco de cómo hacerlo bueno, okay. Está todo bien. Pero si vas paso por paso, hablándome de fórmulas, de compuestos químicos y mil cosas del estilo... no. No-okay.
Venkat, dile al comité de investigación que tendrá que hacer su caza de brujas sin mí. Cuando culpen a la comandante Lewis, lo que inevitablemente sucederá, te aviso que rebatiré públicamente sus conclusiones. Estoy seguro de que el resto de la tripulación hará lo mismo.
Además, por favor, diles que sus madres son unas putas.
WatneyPD: Y sus hermanas también.
Lo que contrarresta a esta onda elitista son los personajes y el humor. Todos ellos son muy naturales (a pesar de ser astronautas y de estar en la situación que están). Acá es cuando nos sentimos cómodos con la lectura, cuando podemos hablar de igual a igual con los protagonistas. Cuando Mark hace bromas (hablando solo o con otros), cuando el resto interactúa en la Hermes, ¡hasta los de la NASA son graciosos! Es increíble. Nerds de primera clase y graciocísimos. Es muy bueno.
Y este humor que tienen (que creo tiene mucho del autor, sino no se explica) es ácido, sarcástico... un gran humor negro de parte de Mark, debo decir. Te hace morir de la risa en los momentos más terribles, y no sólo cuando Mark está escribiendo su diario y sabemos las cosas desde su punto de vista, sino también en aquellas escenas en las que él no está y otros personajes toman la delantera. Cualquier situación sirve para un chiste.
El libro tuvo partes muy buenas (más que nada en las interacciones y cuando Mark no hablaba de toda esa paparruchada científica) y otras muy malas (cuando Mark está solo, cuando se explica a sí mismo estas mismas paparruchadas científicas). Estas partes, de nuevo, son demasiado elitistas y le sacan toda dinámica y fluidez a la historia. Demasiada técnica, demasiada cosa. Quiero ver qué hace un tipo solo en Marte, no saber cómo separar las moléculas de bla, bla, bla.
Toda la forma de contarlo es una de las cosas más recalcables del libro. No sólo se da a través del diario que lleva Mark para no volverse loco (el 90% del libro), sino también los flashbacks, la tercera persona contando cosas de la Tierra y del Hermes... incluso cuando cuenta cosas de Marte, con Mark siendo un personaje más, es muy bueno. Y eso que pasa en, no sé, dos escenas, tres. Sí, creo que tres. Me quedo con tres.
Para ir cerrando esto, que se me hizo muy largo, voy a decir que hubo partes muy poco creíbles y otras que, hey, estamos hablando de un tipo solo en Marte que no quiere morir, te la voy a dejar pasar. Las insubordinaciones (no digo más porque sino es spoiler) y todo lo técnico (que está conectado con todo el tema de que no entendí ni A de lo que me estás diciendo) son dos de los ejemplos más fáciles.
El final. El final es poco creíble, de acá a la China (o, ya que estamos, a Marte. Cuack). Miren, yo, como dije, no tengo ni idea de todas estas cosas, de Física, de Química, Matemática, y les juro por Dios que si hoy mi profesora de Fisicoquímica de la secundaria, Patricia, me hiciera hacer UNA de las cuentas de las que nos habla el libro se muere muerta acá, ya mismo. No tengo ni idea, pero ese final me pareció una tomada de pelo.
Y si es posible, entonces la NASA es horrible, vergonzosa. Sé que tiempos desesperados requieren medidas desesperadas, pero, por favor, díganme que el autor la flasheó terriblemente y que no es cierto lo que acabo de leer. Por favor.
Los astronautas están inherentemente locos, y son realmente nobles.
En fin, vamos cortándola con el monólogo interminable, que los quiero leer también a ustedes. ¿Vale la pena ver la película? Porque el libro es muy bueno, salvo que (sí, de nuevo) es snob (pa sacar un poco la palabra elitista de en medio, vio usté). Tiene un humor increíble, buenos personajes, una historia que puede funcionar, pero se pierde en lo técnico y en lo teórico, y a muchos de nosotros eso nos entra por una oreja y nos sale por la otra. Lo que queda, y vuelvo a ser repetitiva, es el humor... y que me quede eso de una historia quiere decir que, al final, la experiencia no fue tan mala. Para nada.