El marketing personal tiene una indudable utilidad para los profesionales en tanto individuos, pero también las empresas se benefician del buen posicionamiento de sus ejecutivos, de su prestigio; así como también resulta algo deseable para las Escuelas de Negocios y Universidades en general. ¡Qué mejor reclamo que señalar que se cuenta con los mejores, con los que son referencia en el mercado!
Las redes sociales profesionales son de extraordinaria ayuda para lograr, o por lo menos para aproximarse a este objetivo.
La primera pregunta que se debe responder es: ¿Para qué quiero estar en una red social profesional? Las respuestas son variadas: buscar/mejorar trabajo, obtener nuevas ideas, buscar partners, poner conocimientos en común, conseguir clientes, trabajar en un proyecto de investigación…. pero, especialmente, para Construir una Reputación; lo que llamaremos una Identidad Digital Profesional.
A continuación se debe reflexionar sobre el posicionamiento personal: ¿quién soy? ¿Quién quiero ser? ¿Qué ofrezco? Y aquí es conveniente, tal como recomendamos a nuestros clientes, realizar un DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) de nosotros mismos, con la mayor objetividad posible.
En función de los objetivos que se buscan y la estrategia de posicionamiento diseñada, se elegirá la mejor red (¿cuáles hay?, ¿qué tipo de gente suele haber en cada una?, ¿qué hacen los demás?, ¿qué se habla en ellas?, ¿A quién me quiero parecer?). Dicha elección de objetivos nos va a determinar si vamos a priorizar la calidad o la cantidad de contactos (si quiero formar un grupo de expertos, calidad; si quiero dar a conocer mis servicios, cantidad).
Una vez elegido el sitio hay que conocerlo bien, observar y escuchar, entender el modo de funcionamiento y, sobre todo, entender la "Netiqueta".
Se recomienda segmentar los contactos que se tienen en la red, ya que puede ser de utilidad elegir, en las diferentes comunicaciones que se realicen, el segmento que más interesa para que reciba dicha comunicación (si se prefiere que sean colegas, o todo lo contrario, si interesa algún tipo de empresa, si sólo los que son nuevos contactos, etc.). Esta estrategia de segmentación sólo la realizarán aquéllos que priorizan la cantidad de contactos.
También hay que reflexionar sobre el “tono” de la comunicación. Se recomienda, sin dudarlo, un tono cercano y que permita y favorezca la bi-direccionalidad. Abrir un tema, lanzar preguntas, reflexionar “en voz alta”, provoca la participación, y, cuando hay participación, cuando se producen “conversaciones”, es cuando se establecen verdaderos vínculos. El tono debe estar adaptado a la intención (¡no olvidar los objetivos!) y al segmento al que nos estamos dirigiendo (ni más ni menos que cuando nos estamos enfocando al mercado).
Y para convertirse en un "Nodo" (lugar de confluencia y de comunicación) activo hay que participar en foros y en comunidades, hay que intercambiar información (hay que dar tanto como se recibe), hay que abrir conversaciones, lanzar preguntas, crear eventos…
Las empresas deben, por lo tanto, fomentar esta participación de sus ejecutivos en las redes sociales profesionales en la medida en que ellos son portadores de la imagen de la empresa, y, como tal, incrementan la reputación de la Compañía. Incluso crean oportunidades de negocio en la medida en que dan a conocer sus servicios. Considero que es un claro ejemplo de “win win” si la empresa lo incorpora como parte de su propia estrategia.