…porque hoy es lunes, que no pase, que no le queremos aquí… no nos gustan los lunes, días feos y fríos, poco solidarios, poco amables con nuestra suerte, días grises y aburridos, solitarios, plomizos, cansinos y mediocres. Días del montón tirando a mal, por eso hay que ponerles un cartel bien grande de “prohibido el paso”, a ver si se enteran ya de una vez los estúpidos fabricantes de días y dejan de lado la producción de lunes, que no tiene salida, nadie lo compra y aún así nos lo envían después de cada domingo ¿pero es que no ven que no funciona? Los lunes nada funciona, el ánimo está bajo, suele haber resaca y desaliento, la moral por los suelos, flaca la energía y pesado el caminar. Los lunes estamos al inicio de una cuesta arriba demasiado empinada. ¿No podrían enviar un miércoles, por favor? Total, ¿qué les cuesta? Pues no, parece que no, por más que la humanidad lleve siglos repitiéndolo no nos hacen caso jamás y nos siguen enviando lunes y más lunes, puntualmente, sin un segundo de retraso. Claro que ya por pedir, podríamos pedir que nos envíen viernes, o sábados, total, ya puestos… aunque eso sería un caos. ¿Se imaginan? Después del domingo ¡Zas! ¡Viernes otra vez! Maravilloso. Pero claro, eso no entra en los planes de los amos del mundo que son también los dueños de los fabricantes de días. Al contrario. Si alguna vez se produce un cambio será que en vez del martes nos envíen un nuevo lunes. Porque, en definitiva, todo está pensado para joderle la vida al más débil. Es decir, a nosotros.