Así podría titularse mi existencia a fecha de hoy, 3 de diciembre de 2014. El más difícil todavía. Pero, ¿Quién dijo miedo? Por mala que sea la vida, no deja de ser vida, no deja de ser material para más adelante darle forma mediante la escritura. Y los retos están para superarlos, no para echarse a llorar ante ellos, o quejarse como un crío pequeño. Para superarlos. O para sucumbir en el intento, al menos. Te comento esto, más que nada, porque durante unos días, no sé cuántos, este blog solo se actualizará los jueves y los domingos con la serie sobre la poesía de Carina Sedevich, y, si tengo ganas y tiempo y mi estado de ánimo me lo permite, quizá también con algún post de la serie Biblioteca en Venta, y, de momento, poco más... Como es más que posible también que en unos días me quede sin número de móvil, si tienes algo que decirme, algo importante se entiende, te agradecería que no me molestases solo para chorradas, ya sabes que puedes escribirme a mi dirección de correo electrónico: David González... Y dicho esto, ya te contaré, a su debido momento, si salgo con bien de ellas, las nuevas aventuras en las que me veré envuelto a partir de hoy en esta lucha diaria por la supervivencia que cuenta con algo a su favor: aburrida no se puede decir que sea. Bueno, pues eso: nos vemos o nos leemos. Cuídate.