El objetivo de la vida humana, de acuerdo con los yoguis y sabios, es unir la conciencia individual con la Conciencia Suprema. Esta unión del pequeño “yo” de uno con el “yo” cósmico también se conoce como yoga. Cualquiera que haya intentado meditar sabe que alcanzar el objetivo final del yoga no es tan fácil como parece. De hecho, muchas personas renuncian a la búsqueda antes de que alcancen la meta. A pesar de esta aparente dificultad, existe una técnica simple que puede poner el logro de la felicidad definitiva al alcance de todos.
Antes de revelar el “mayor secreto del universo”, es útil comprender cómo funciona realmente el proceso de meditación. “Como piensas, así te conviertes” es el principio sobre el cual se basa la meditación. Si piensas en algo que es limitado o pequeño, entonces tu mente se vuelve pequeña.
Por otro lado, si olvida el mundo físico que lo rodea, dirija su atención hacia el interior y comience a concentrarse en un objeto infinito que su mente comienza a expandir. Si continúas el proceso de manera sistemática, regularmente todos los días, entonces tu conciencia individual algún día se fusionará con la Conciencia Suprema.
El mayor obstáculo en este camino es tu propio ego. Por supuesto que necesitas un ego para comenzar incluso la meditación. Después de todo, solo cuando dices “Practicaré la meditación hoy”, puedes comenzar. Sin embargo, durante el proceso de meditación se vuelve molesto si, en lugar de pensar en la Conciencia Suprema, empiezas a pensar en “mi trabajo”, “mi casa,” mi auto “y otras cosas relacionadas con tu vida diaria.
Con la práctica constante, puedes superar tu apego a los objetos mundanos y un día llegarás a un estado en el que solo habrá un pensamiento en tu mente, “Soy la Conciencia Suprema”. Este es un gran logro (conocido en yoga como Savikalpa Samadhi) pero incluso en este estado, tu sentimiento de “yo” todavía existe. Mientras exista su sentimiento de conciencia individual, permanecerá separado de la unión última con la Conciencia Suprema.
Aquí es donde el “mayor secreto del universo” puede ayudarlo. Normalmente cuando meditas, eres el sujeto y la Conciencia Suprema es el objeto de tus pensamientos. Si le das la vuelta y piensas que la Conciencia Suprema es el sujeto y tú eres su objeto, entonces tu meditación cambiará dramáticamente.
Será mucho más fácil permanecer en un estado meditativo cuando pienses que la Conciencia Suprema está a tu alrededor, observándote, meditando sobre ti. ¡En lugar de intentar meditar en la Conciencia Suprema, deja que él medite en ti! ¿Qué podría ser más sencillo?
Tan simple como es esta técnica, es la clave para alcanzar un estado donde no hay un sentimiento de su “Yo” individual y solo la unidad de la unión feliz con el infinito.
Hay una vieja historia que ilustra este proceso. Un buscador se acercó a una puerta y llamó. Una voz preguntó: “¿Quién está ahí?” El buscador respondió: “Estoy aquí”. La puerta permaneció cerrada con llave y no hubo respuesta desde dentro. El buscador volvió otro día y lo intentó una vez más. Una vez más, cuando se le preguntó: “¿Quién está ahí?”, Él respondió: “Estoy aquí”. Y otra vez no pudo entrar.
Finalmente, un día llamó a la puerta y cuando la voz preguntó: “¿Quién está ahí?”, Él respondió: “Tú” y la puerta se abrió para él.