‘El Mayordomo’: Cobarde y simplista visión del conflicto racial en América

Publicado el 09 octubre 2013 por Maresssss @cineyear

Parece que Lee Daniels ha hecho ‘El Mayordomo‘ con las mismas intenciones que cuando estrenó ‘Precious‘: rascar algún galardón en los Oscar. Si bien la crudeza de esta última consiguió convencer a muchos (entre los que se incluye una servidora) con ‘The Butler‘ el director no va a tener tanta suerte. En esta nueva producción se le ha ido demasiado la mano. La ausencia absoluta de sutilidad por su parte y lo mal trazada que está la historia harán que ‘El Mayordomo‘ se le atragante a más de uno, porque a pesar de que su punto de partida es realmente interesante, la manera en que la película se desarrolla es demasiado vulgar y superficial como para que te llegue a llenar. Los largometrajes de Daniels buscan emocionar al espectador, meterle en su historia y mecerlo en su dramatismo, y aunque ‘The Butler‘ lo consiga en algún momento puntual, estamos ante un producto exasperante, muy desaprovechado y al que le falta valentía.

La problemática racial ha estado presente en el cine desde hace muchísimo tiempo. Películas como ‘Matar a un ruiseñor’ (1962), ‘En el calor de la noche‘ (1967), ‘American History X‘ (1998) o la reciente ‘Criadas y señoras‘ (2011) pusieron de actualidad en su tiempo este dilema sobre el racismo. La nueva película de Daniels retoma este tema pero de una manera muy insulsa, intentando conmover pero cayendo casi siempre en el ridículo. Conocemos junto a Cecil Gaines cómo se desarrolló el conflicto que tenía por objeto alcanzar la igualdad y el reconocimiento de los derechos civiles de los negros en los 60, pero nunca llegamos a sentirnos partícipes de la historia, ni conseguimos simpatizar con los sentimientos de sus personajes. ‘The Butler‘ tiene un corte muy academicista y por ello es muy posible que en la próxima ceremonia de los Oscar esté presente en varias de las categorías principales, pero si se analiza con el ojo crítico no pasará el examen de muchos cinéfilos.  

Una de las principales razones por las cuales ‘El Mayordomo‘ llamará al público a las salas es su reparto. Daniels ha conseguido reunir un extraordinario plantel de actores, la pena es que a excepción de Whitaker, ninguno realiza una actuación reseñable. Aunque el protagonista de ‘El último rey de Escocia (2006) es el que más se luce en la cinta, es muy probable que únicamente Oprah Winfrey alcance cierta repercusión a nivel de premios. Y eso que la presentadora está lejos de desempeñar un papel memorable en ‘The Butler‘. Otro de los mayores intereses de la cinta reside en averiguar qué celebridades encarnan a los Presidentes de Estados Unidos que aparecen en el filme, y aunque alguno puede llegar a convencer, lo cierto es que casi todos resultan irrisorios en algún momento del largometraje (bien Robin Williams como Eisenhower, y Alan Rickman como Reagan, mal, muy mal John Cusack como Nixon). A nivel actoral, por mucho renombre que haya conseguido concentrar Lee Daniels, ‘El Mayordomo‘ deja mucho que desear. Y lo peor es que su trama tampoco consigue resarcir ese fallo.

El Mayordomo‘ es una mirada a la vida de Cecil Gaines (Forest Whitaker), mayordomo jefe de la Casa Blanca durante el mandato de ocho presidentes (1952-1986), lo que le permitió ser testigo directo de la historia política y racial de los Estados Unidos.

El mayor problema de ‘The Butler‘ es que es  muy descuidada. No se toma el tiempo suficiente ni para crear buenos personajes ni para ofrecer una historia mínimamente coherente en su evolución. El discurso político-racial que intenta transmitir, que es en verdad el eje principal de la cinta (nada de Cecil Gaines y los mandatos de ocho presidentes), se ve venir desde el primer minuto. En lo referido a este asunto, el primer tramo de la película es el más interesante. Cuando el hijo mayor de Cecil aprovecha su estancia en una universidad del Sur para participar de forma activa en los movimientos por la igualdad, disfrutamos de los mejores momentos de la película. Destaco la escena en la que encarcelan a Louis Gaines y Cecil acude a liberarle, en ese instante la película aprovecha para deleitarnos con una recreación de la fotografía de los lavabos que hizo aún más famoso al gran Elliott Erwitt en los 60, o cuando el Ku Klux Klan incendia un autobús lleno de estudiantes negros. Así, mezclando imágenes reales con ficticias la película llega a conectar en algún momento con el espectador. Pero enseguida todo eso se desvanece. Empiezan a surgir tramas absurdas que carecen de total interés y lo peor es que su resolución se deja en el tintero o simplemente se cierran de manera tonta (ojo a la escena en la que Gloria Gaines, el personaje de Winfrey, es seducida por un amigo de la familia).

Mientras tanto, seguimos haciendo un somero repaso por la historia americana en torno al racismo. Vemos cómo el Presidente John F. Kennedy es asesinado y con él muchas de las esperanzas del pueblo afroamericano en una de las pocas escenas salvables de la película, en la que vemos a Cecil Gaines sentado en el suelo de la Casa Blanca, sin poder pronunciar palabra. Y pasamos por Johnson (perfecta la recreación del momento de la toma de posesión, con Jackie Kennedy a su lado), Nixon (nos saltamos a Ford y a Carter) y llegamos a Reagan. Y aunque el filme “se molesta” en sacar los trapos sucios de algunos de ellos, siempre queda bien con todos. Ese es otro de los fallos de ‘El Mayordomo‘: no se arriesga; cuenta una historia importante de la manera más cómoda posible, y lo peor es que se nota muchísimo.

La actuación de Oprah Winfrey merece mención aparte. Lee Daniels y su equipo saben que es alguien muy influyente en Estados Unidos y le han hecho el papel perfecto para que conquiste a los académicos. Sale demacrada, sufriendo, llorando, borracha y ¡con chándal! Y de vez en cuando no lo hace del todo mal… Háganse a la idea de que se hablará de ella pero no esperen una gran actuación porque no la encontrarán. Sin emabargo, su compañero sentimental en la ficción, Forrest Whitaker, está espléndido, capaz de resultar creíble haciendo de treintañero o de sexagenario.

Es posible que la sensación de falsedad surja en el espectador en algún momento del largometraje, y aunque sin pretenderlo alguna secuencia nos haga reír (la conversación sobre Sidney Poitier y ‘En el calor de la noche‘, con ese final tan potente pero insignificante) y otras nos resulten realmente emotivas, especialmente cuando Cecil se forma para ser mayordomo, con esa desgarradora voz en off, la película en general deja mucho que desear. Y su final no la salva… Porque además de que se intuye desde el principio dejará con cara de tonto a más de uno.

Lo mejor para que ‘The Butler‘ no decepcione sobremanera es llevar las expectativas bajas. Se trata de una película hecha a medida para que guste a todos, que aboga por el sentimentalismo facilón y en la que prácticamente nada destaca. En definitiva, lo nuevo de Daniels tiene momentos buenos pero ninguno que sea mínimamente memorable.

Lo mejor: La actuación de Forrest Whitaker.

Lo peor: Le falta fuerza, precisión y menos dosis de evidente dramatismo.

Reseña por Beatriz Bravo de esenciacineworldcinema7