El médico, el cirujano y el escribano

Publicado el 05 noviembre 2012 por Monpalentina @FFroi


A mediados del siglo XVIII, el escribano don José Salazar Campero, natural de Guardo, y de familia adinerada, pagó por el título 50 ducados.

El médico, el cirujano y los escribanos eran servicios comunes de la Jurisdicción, lo mismo que el tejero y el valijero. Cuando desapareció esa mancomunidad, los dos primeros siguieron prestando sus servicios a los otros cuatro pueblos. No así los escribanos, que pasaron a ser los secretarios del municipio y los notarios.
El médico era el científico, el que tenía conocimientos de medicina, trataba a los enfermos y recetaba medicinas. El cirujano era el que realizaba las curas a los heridos y atendía a las mujeres en los partos. Equivalía a los enfermeros actuales o practicantes actuales.
En 1843, el médico de Guardo y sus cuatro pueblos fue contratado. A don Manuel Cuena, profesor en medicina, como también les llamaban entonces, le hicieron un contrato por dos años a razón de 800 reales anuales en pagos trimestrales. Además, recibía doce cargas de centeno anuales por San Miguel (29 de Septiembre) para el caballo que utilizaba en sus desplazamientos a los pueblos. Él tenía la obligación de asistir con prontitud a los vecinos y a los pobres de solemnidad que hubiera en Guardo. En el siglo XIX, por Guardo desfilaron bastantes médicos, porque la mayoría cumplía los dos años de contrato y luego se marchaban.

En 1843 contrataron al cirujano Antonio Ruiz. A pesar de llevar más de 30 años en Guardo, cada dos años se le hacía contrato nuevo. Las cláusulas del acuerdo fueron éstas: 1-Asistiría con prontitud a todos los vecinos y pobres, tanto heridos como en partos.  -Recibiría 320 reales al año en pagos trimestrales, más doce cargas de centeno para su caballo por San Miguel.  El escribano de número del Ayuntamiento era el único contratado por tiempo indefinido. En 1840 se llegó a un acuerdo con dos José Antonio Rama. Le hicieron un contrato provisional, pues era de Guardo y le dieron el cargo por no presentarse nadie. Cobraba 110 reales al mes, que era un gran salario.  Los escribanos, al igual que los médico gozaban de gran prestigio y la mayoría disponía de grandes fortunas. en Guardo hubo muchos secretarios notables y de renombre, como la saga de los González de Cordoba. Los títulos para poder ejercer estas profesiones, los daba el rey, previo pago de una cantidad y un examen. A mediados del siglo XVIII, el escribano don José Salazar Campero, natural de Guardo, y de familia adinerada, pagó por el título 50 ducados, que entonces era una cantidad considerable. Normalmente estas profesiones pasaban de padres a hijos.[13] ___________
[13] AMG: Libro de Actas de Jurisdicción, 1830-1911. Y APG: libros de fábrica, diversas fechas.

Imagen: Grabado, siglo XVII, visto en Regimen Sanitatis

Guardo, sus gentes y su historia

Jaime García Reyero
Editorial Aruz
@2003