El medio y el fin

Publicado el 09 abril 2014 por Regina

Mucho se ha escrito sobre Zunzuneo, y Piramideo y no me voy a hacer la analista. Mi reflexión es simple, ¿Podría un envío masivo de mensajes a través de Twitter subvertir gobiernos como los de Gran Bretaña, Canadá, Francia, Australia, Suecia, Costa Rica? Más allá de las conocidas protestas del 15-M en España, del movimiento estudiantil en Chile o del Ocuppy Wall Street en las mismísimas entrañas del monstruo, las redes sociales han movilizado, probablemente hayan puesto a pensar a los políticos, pero no tumbaron gobiernos.

¿Dónde se vuelve peligrosa esta manera de concertar? En países donde la mala economía o la falta de libertades, o ambas, crean las condiciones. La primavera árabe es el referente más conocido. El disgusto del gobierno cubano no es por la supuesta violación de la privacidad telefónica de sus ciudadanos (eso sería un chiste colosal), sino precisamente porque el gobierno conoce muy bien la opinión expresa o soterrada de muchos de sus ciudadanos sobre la mala economía o la falta de libertades, o ambas, y lo que menos le interesa es que un grupo significativo de ellos pueda organizarse por esa vía.

Y también, digo yo, está poniendo el parche previo a la salida del anunciado proyecto de Yoani Sánchez, ese “medio” que podría poner en sintonía el sentir de los ciudadanos ante la mala economía, la falta de libertades, o ambas.