El mediterráneo armado

Publicado el 11 junio 2010 por ArÍstides


LA INTENCIÓN HACE LA MENTIRA, NO LAS PALABRAS

El Sol saldrá a las 5,56 h, y se pondrá a las 18,03 h.

El litoral del mar Mediterráneo es el mundo a escala pequeña. Sus aguas juntan tres continentes y unen los países ricos del Norte con los pobres del Sur. En él conviven razas y religiones con muy diferentes culturas y esperanza de vida. En realidad, a lo largo de la Historia sus olas han llevado conflictos y enemistades ribereñas, lo que ha derivado en una importante presencia bélica.

En la actualidad, los países que lo componen se distinguen por haber entendido que la distensión se consigue con armamento y sobrevalorando el poder militar como concepto geoestratégico heredero de los dos bloques (OTAN y Pacto de Varsovia). Así, es habitual la presencia de armadas y bases militares de terceros países que usan el mar Mediterráneo como zona de influencia.

Llama la atención el gasto extraordinario en materia militar que realizan los países, sin que ello sirva para añadir más seguridad. De hecho, en algunos de ellos la repercusión en su P.I.B. (ocho países entre el 5-11%) es tan elevada, que se podría entender como una verdadera economía de guerra. En su conjunto, los países mediterráneos tienen más de 3.600.000 militares. Una cifra alarmante y muy sobredimensionada que resta poder productivo a los Estados. A ello hay que sumar el impresionante stock armamentístico de todo tipo: más de 30.000 carros de combate, 5.000 aviones de guerra, 3.400 helicópteros, 90 submarinos y 142 navíos. En realidad, para algunos de ellos como Francia, Italia, Israel o España, la industria militar constituye un gran negocio.

Los países que han crecido en torno al Mediterráneo han basado su influencia en el poderío de las armas y en la confianza de éstas para resolver conflictos políticos. No parece de recibo tanto despropósito en unos momentos en que algunos de sus miembros tienen déficit públicos abultados y en los que sólo encuentran en los recortes sociales la solución a sus males. Y uno se pregunta de qué sirve este tipo de estructura militar en unos tiempos en que la amenaza de bloques llegó a su fin y en los que ha sido sustituida por la de carácter terrorista internacional.