«No olvides que un camino de mil millas comienza con un primer paso».
El mejor lugar del mundo es aquí mismo es uno de esos libros que tienen que llegar a ti en el momento justo para entender su mensaje. Cuando te sientes perdido, cuando la soledad se hace tu mejor amiga, cuando levantarse de la cama supone un esfuerzo inimaginable... es entonces cuando la historia de Care Santos y Francesc Miralles te cala y te hace ver lo que te rodea con un aire de esperanza y optimismo. Debo confesar que las novelas de autoayuda no suelen interesarme, ya que he tenido malas experiencias con las que intenté introducirme en el género. Sin embargo, sabía que esta novela iba a ser diferente por sus autores. Muy poco he leído de la obra de Care Santos, pero lo que había leído me había gustado (eran libros totalmente diferentes al presente de todos modos); de Francesc Miralles sí que había leído algo más, sobre todo en el último año, y ya reconozco su estilo y esa manera que tiene, tan suya, de esconder grandes verdades entre frases para hacerte pensar y personajes extraños.
Me ha sorprendido que siendo tan sencilla la historia, tenga tanto entre sus páginas que decir. Francesc Miralles y Care Santos han demostrado que de su fusión pueden nacer historias tan bonitas como ésta. Se nota el cuidado que han tenido en hacer que llegue al lector a través de los personajes, de la trama en sí, de su manera de trasmitirla -amena y cálida- y de esos detalles que son los que la convierten en un relato especial. El mejor lugar del mundo es aquí mismo está destinado a ser releído. Nunca se sabe en qué momento puede calar esa frase que te cambiará la vida.
«Es lo que sucede con el pasado: está por todas partes, pero no lo vemos. Por eso no logramos deshacernos de él facilmente. Somos como una nave inmovilizada por un ancla que se aferra a las profundidades. Lo que no significa que no seamos capaces de arrancarla y proseguir nuestro rumbo».- Ediciones Urano / Editorial Amsterdam -