El mejor medio de transporte

Por Madame South America
Cuando era pequeña, como me imagino lo hace la mayoría, yo asociaba la bicicleta con un juguete. Así también, como la mayoría, puedo recordar esa navidad en la que “Papá Noel” me trajo una bicicleta. Con el pasar de los años, la bicicleta pasó a ser para mí un artículo de ocio o deporte.   Bicicleta normal o estacionaria era casi lo mismo. En mi mente uno tomaba la bicicleta cuando quería salir a dar un paseo o “ejercitarse”.   ¿Una amiga quería bajar de peso o tonificar? yo le decía, “¡sal a montar bicicleta!”. Nunca faltaba ese tío con problemas de salud que llegaba diciendo “el médico me recomendó montar en bicicleta”. O incluso, no era raro escuchar el típico discurso de “necesito llevar un modo de vida más saludable, voy a comenzar a montar en bicicleta”.  Todo esto reforzaba la idea de la bicicleta como un objeto deportivo. Para ser honesta, yo consideraba a las personas de mi entorno que montaban en bicicleta regularmente como “deportistas”.   Fue cuando vine a vivir a Europa que descubrí el concepto de bicicleta igual a medio de transporte.     La primera vez que me vi confrontada a este nuevo concepto fue en un viaje a Amsterdam. Miles de bicicletas estacionadas en cada esquina. Y cuando digo MILES no estoy exagerando. ¿Hay una maratón? Me pregunté, luego vi a una mujer montada con su bebé detrás en una sillita, un señor de edad con un pan en la mano, unas jóvenes con bolsas colgando de los dos mangos…esto no puede ser un maratón me dije. Qué cosa tan curiosa ver que la MAYORÍA de la gente utilizaba la bicicleta para ir de un lugar a otro. Recuerdo que al día siguiente llovió a cantaros, ¡pero eso no cambio nada!, la gente seguía en las calles con sus bicicletas. Algunos con bolsas de plástico para cubrirse la cabeza (muy chic, me dirán ustedes), otros ya con una maestría en conducir la bicicleta con una mano y tomar el paraguas con la otra.  Fue impresionante ver, por primera vez, un verdadero estacionamiento (de varios pisos) exclusivamente para bicicletas. Regresando a Paris todo esto se me olvido rápidamente y la idea de bicicleta igual a deporte regresó a mi cabeza.     Llevo ya varios años viviendo en Paris y a pesar de que acá hay un sistema muy bueno de “bicicletas públicas”, llamado Velib, nunca había usado la bicicleta como medio de transporte hasta hace un mes.  Tomar un taxi en Paris, más en fin de semana, es casi imposible. Cualquiera que vive aquí puede confirmar que uno puede esperar más de una hora en una estación de taxi para tomar uno. Con el frío que está haciendo en esta época, esperar una hora no era una opción para mi, así que por primera vez decidí tomar un “velib”. Fue grande mi sorpresa al descubrir que  arrendar una de estas bicicletas era tan fácil como retirar dinero de un distributor. Muy feliz tomé la bicicleta y llegué a casa más rápido de lo que pensaba.   Si bien es cierto, montar bicicleta en una ciudad es algo que se aprende. No es tan fácil esquivar a los autos, los abuelitos cruzando la calle o el niño que se atraviesa corriendo sin mirar. También hay que tener en cuenta donde uno vive y , si es el caso, guardarla en un lugar seguro. (Lo digo por experiencia propia ya que, mi bicicleta desapareció dos meses después de haberla dejado “estacionada” en la calle). ¡Pero que dicha y que libertad se siente una vez interiorizada la idea!.   ¿Por qué les cuento todo esto? se preguntarán. Simplemente porque descubrí que la bicicleta puede ser un medio de transporte muy eficaz, ecológico, económico y además ¡saludable! Y quería compartirlo con ustedes. Así que, ¡anímense y vayan preparando las piernas para el verano!      Tags: