Por Heber Alaniz / @heberitoalaniz
El mejor problema de todos: eso es lo que se le presenta en las últimas horas al DT de la Selección Argentina, Alejandro Sabella, al no poder definir el esquema táctico con el que saldrá a la cancha su equipo el próximo sábado frente a su par de Brasil. La indecisión se debe al buen rendimiento que presentaron en el último partido los tres atacantes que conforman el famoso “Tridente Ofensivo”, comandado por Messi y respaldado por Agüero e Higuaín. La pregunta es: Si tan buen resultado dio esa formación ¿Por qué tener que desarmarla?. Algunos dicen que el partido del sábado es un ensayo para ir delineando el equipo que enfrentará a Paraguay allá por septiembre del corriente, cuando retomen la vía de las Eliminatorias hacia el Mundial.
Otros aseguran que el rival no es el mismo (vaya si no lo es) y que Argentina no tendrá los mismos espacios que contra Ecuador.
Hasta acá, todo bien muchachos, son opiniones, pero el partido es contra Brasil, no contra cualquier otro equipo. ¿Entonces por qué no presentar el mejor equipo que podamos para ver realmente donde estamos parados y ver para qué esta nuestro equipo?.
A mi entender el problema, si es que existe, no está en la ofensiva, sino en la parte de atrás. Aunque tampoco creo que sea un problema, más bien es un desajuste propio del no poder conocerse del todo bien y de la falta de trabajo que ejerce el cuerpo técnico de la selección que tiene que hacer malabares en tres días para poner a punto un grupo de jugadores que vienen de ritmos de competencia distinto.
Ahora enfoquémonos en el cambio que quiere introducir el DT; Sosa por Higuaín o Sosa por Agüero. ¿Cuál sería realmente la función del principito ingresando por cualquiera de estos dos jugadores? La idea en un principio es la de tener más gente en la mitad de la cancha, porque ahí se va a dar un partido táctico en el cuál aquel que se adueñe de la pelota va a disponer el ritmo del partido. Si es así entonces creo que no es el indicado Sosa quién debería ingresar, sino, el último convocado por Sabella, Augusto Fernandez, de gran presente en Velez. Con el ingreso de Augusto por Agüero o Higuaín, Argentina seguiría teniendo presencia en el mediocampo pero además tendría llegada por ambas bandas, si es que del otro lado juega Di María.
Debo decir que aunque me guste el ingreso del jugador de Veléz, no me puedo quitar ese enamoramiento, esa fascinación y esa admiración que tengo por el tridente ofensivo de Argentina. Creo que tanto Messi, Agúero e Higuaín (aunque en menor medida), llegan en un momento esplendido de su carrera para enfrentar a Brasil y me gustaría que se le de confianza y que ellos mismos se entusiasmen con poder lograr algo con la albiceleste.
Si realmente se necesita un cambio con respecto al partido del sábado pasado, debería ser en la mitad de la cancha, y si quieren a alguien que tenga más fricción por sobre distribución de la pelota, que ingrese el “Cholo” Guiñazu (de los que están convocados, aunque no sea de mi elección) en lugar de Dí María. Con él, el equipo va a dar más batalla en el medio y cuando se recupere la pelota se la van a entregar a los de arriba, y demás está decir que ellos sabrán qué hacer con ella. Pero Pachorra te pido un favor, no me toques al Tridente, no me toques a los nenes, dejalos que jueguen.