Lo que comienza como un inofensivo préstamo se convierte de pronto en una entramada y compleja disputa social y religiosa. El Mercader de Venecia, como muchas de las obras de William Shakespeare, es una historia que podría ser contemporánea a pesar de contar con más de 400 años de antigüedad. La adaptación cinematográfica, dirigida por Michael Radford, captura la esencia y el carisma de la historia original y sorprende con escenarios tan increíbles como reales.
Al Pacino y Jemery Irons personifican a Shylock y Antonio, dos hombres unidos por una deuda que puede terminar con la vida de uno de ellos si no logra devolver el préstamo a tiempo. El Mercader de Venecia muestra todo el encanto de la ciudad italiana cuando era el epicentro del comercio europeo. Un auge económico que se opacaba ante la presencia de otros problemas sociales, como el antisemitismo y el conflicto entre la religión cristiana y judía.
Venecia en todo su esplendor
La puesta en escena se sirve del encanto natural de la ciudad que conserva en cada esquina la esencia medieval de sus orígenes. El Gran Canal acapara la atención de la cámara en más de una oportunidad, mientras sirve de conexión entre algunos de los destinos turísticos más famosos de Venecia como la Plaza de San Marcos y el Palaccio Grassi.
El legendario Puente de Rialto también aparece en la pantalla grande. Diseñado por Antonio Da Ponte, es el puente más antiguo que cruza el Canal y el más famoso de la ciudad.
Junto al Puente de Rialto se levanta un mercado que remite a una versión de la Venecia del siglo XVI. Frutas, verduras y pescados son algunos de los alimentos que pueden comprarse allí. Una visita obligada para aquellos que quieren revivir el encanto comercial de la ciudad italiana.