El mercado de la magia negra africana

Publicado el 01 mayo 2017 por Redespress60

La arraigada creencia africana en la brujería y en la llamada medicina tradicional, en la que cabe distinguir entre curanderos y hechiceros, lleva consigo todo un mercado negro de inverosímiles productos que son solicitados por las sangomas sudafricanas..

Los productos que van desde esperma de hombre, trozos de cuerpos humanos (mejor en muchos casos si son de niño) o el diente de un león o el ya trágicamente famoso cuerno de un rinoceronte, pueden alcanzar importantes cifras de venta. Toda una industria encubierta en la que se llegan a cometer asesinatos para satisfacer las necesidades de los brebajes de las curanderas.

El semen como elemento mágico

En muchas tribus de Nueva Guinea el semen se consideraba una sustancia sagrada y se empleaba en diversos rituales y también para curar. J. F. Cornelissen, quien ha estudiado las notas de los misioneros holandeses que estuvieron en Nueva Guinea entre 1905 y 1963, refiere los usos que se daba al semen en distintas tribus:

  • Untado en la frente protegía contra los espíritus de los muertos.
  • Untándolo en escarificaciones rituales.
  • Para mejorar la fertilidad de las palmeras cocoteras.
  • Para curar heridas, tanto aplicándolo a la herida como ingiriéndolo; a veces se preparaba una bebida con semen y leche de coco.
  • Para combatir epidemias, todos los miembros del poblado comían un poco de esperma mezclado con pulpa rallada de coco, sustancia que el chamán aplicaba también sobre el cuerpo de sus convecinos.
  • Untándose el cuerpo durante los rituales de iniciación.
  • Como fijador y reforzante al colorear los dientes de negro.
  • Mezclando esperma de la masturbación de un padre con leche de coco y dándoselo al hijo como bebida vigorizante

Las grandes cantidades de semen necesarias para tales usos solían obtenerse pidiendo a la esposa que se uniera sexualmente con otros hombres. Luego se recogía el esperma, que solía mezclarse con coco rallado.

Hace unos años saltaba a los medios de comunicación africanos el reportaje del periódico online MyZinbabwe en el que se destapaba un mercado negro de venta de esperma masculino por parte de las prostitutas de Zimbabue a las curanderas.

“Los clientes de las prostitutas de la zona de Gwanda deben tener cuidado porque las “trabajadoras” están recolectando el esperma de sus clientes. Lo venden en pequeñas botellas de 250 mililitros que alcanzan un valor de entre 25 y 30 dólares. Son muy solicitados por las sangomas sudafricanas que los usan para hacer sus rituales con los que atraer fortuna, mejorar en los negocios o detener a delincuentes”, confirman las autoridades.

La realidad es que no es la primera vez que esta práctica se descubre. La Policía arrestó a tres mujeres en Gweru transportando en una bolsa 31 preservativos usados llenos de esperma. Ellas mismas reconocieron ante el tribunal que eran prostitutas y que esos condones habían sido usados por sus clientes y que ellas pensaban venderlos a curanderas. Incluso algún hombre ha llegado a denunciar haber sido drogado por una prostituta que contrató y que le tuvo practicando relaciones durante horas para sacar todo su esperma posible. El negocio ha llegado a tal grado que incluso en Sudáfrica mujeres casadas están ahora manteniendo relaciones sexuales en el matrimonio con preservativos para luego poder vender lo “recolectado”.

Blancos de la magia negra

La lista de pedidos de las sangomas, que también las hay que son simplemente consejeras espirituales que no practican magia negra, puede ser mucho más cruel que unos simples espermatozoides. Los talismanes hechos de órganos humanos, en especial si son albinos, cuestan cientos e incluso miles de dólares. Sólo las personas muy ricas se lo pueden permitir – políticos, empresarios, altos funcionarios, la policía y los altos grados del Ejército -, y sólo los magos más poderosos son capaces de lograr.

Ser albino en Tanzania, supone prácticamente estar condenado a muerte. La magia negra ha convertido sus órganos y extremidades en valiosos amuletos para atraer a la buena suerte, lo que hace que cada año decenas de ellos sean asesinados o queden mutilados. Las leyendas dicen en Tanzania que los albinos son fantasmas, nunca mueren, sólo desaparecen. Lo cierto es que sí desaparecen, pero debido a los asesinatos y al uso de sus cuerpos en la magia negra, un mercado en alza. Un brazo de albino puede llegar a costar 1.500 euros en el mercado negro.

Las hermanas scalabrinianas, unas religiosas que trabajan en la frontera entre Mozambique y Sudáfrica para luchar contra el tráfico de niños aseguran que “hay un mercado negro a la carta en el que desde Sudáfrica se piden partes de un niño u órganos y desde Mozambique se sirven, en ocasiones con la complicidad de familiares de las víctimas“. Es famoso el caso de un camión que fue interceptado en la frontera de Ressano García (Mozambique) con cajas de comida que en realidad llevaban órganos humanos dentro.

Brujería asesina

En Tanzania es que el 60% de la población cree en la brujería, sobre todo en la llamada “brujería muti”, que en sus formas más extremas utiliza partes humanas para sus conjuros y brebajes. Desde hace unos años, los hechiceros que la practican han señalado a los albinos, un sector social especialmente estigmatizado en ese país, como los objetivos más fáciles para este tipo de magia negra. Lo más normal es que se profanen las tumbas de los albinos fallecidos por accidente o enfermedad para así robar sus huesos y dárselos a esos chamanes. Pero el verdadero muti, para que sea realmente efectivo, necesita que los órganos o miembros humanos se arranquen en vivo para que los gritos y el dolor del sacrificado potencien el efecto del conjuro.

¿Pero quién usa este tipo de brujería asesina? Está claro que en una sociedad atrasada cualquier superchería se puede convertir en dogma, pero no se puede decir que esta sea una brujería de las clases bajas. En Tanzania, un país donde el 80% de la población vive en el umbral de la pobreza, no todo el mundo puede pagar 800 euros por una mano o 1.600 por una pierna, que es como se cotizan actualmente los órganos de albinos en el mercado negro. Son muchos los que creen en la magia negra, incluso en las capas más altas de la sociedad. Pero casi todas las investigaciones apuntan a que son los mineros del interior y los pescadores del lago Victoria los que más recurren a esa magia para tener suerte y riqueza.

Especies amenazadas o en peligro de extinción

Los animales son otro de los grandes objetivos de esta lucrosa magia negra. El ya famoso e internacional caso del cuerno de rinoceronte, cuya caza indiscriminada se ha convertido en una batalla mundial por la conservación y que alcanza un valor de hasta 40.000 euros el kilo en el mercado negro, es sólo la gran punta de un inmenso iceberg. “Se usan dientes de leones o garras de buitres para algunos brebajes”, reconocen una curandera de la zona de Zambezia, en Mozambique.

Hace poco las autoridades y medioambientalistas alertaban de que la población de buitres estaba descendiendo drásticamente debido entre otras cosas a la brujería. No es el único caso, recientemente se lanzaba una alarma que parece ya más constatar una defunción sobre el Gorila del río Cross. Esta subespecie de primate, de la que ya sólo quedan 250 ejemplares repartidos entre Camerún y Nigeria en todo el mundo, “está desprotegida y está siendo cazada ilegalmente entre otras cosas para su uso en la magia negra”, denuncian asociaciones conservacionistas como Limbe Wildlife. Su valor en el mercado, debido a la poca oferta, puede alcanzar miles de euros.

Diferenciando la terminología

Aunque en castellano o idioma español se utiliza en ocasiones la palabra «brujo», en masculino, como sinónimo de mago, con independencia del tipo de magia que practique, el uso más frecuente del término en la actualidad y casi siempre en femenino hace referencia a las personas que practican la magia negra, pero no siempre fue así. Esto se debe a que históricamente tanto en Europa como en África y Oriente, las artes adivinatorias, la magia y la hechicería fueron siempre practicadas por varones, excepto en la época en que la «brujería demoníaca» fue perseguida en Europa durante la Edad Media, momento en el cual las brujas fueron consideradas en su mayoría del sexo femenino. Es con el cristianismo, que la manipulación de las fuerzas ocultas, tradicionalmente en manos masculinas ―las únicas con el poder suficiente como para realizar hechizos benéficos―, pasan a ser consagradas a las manos femeninas, las únicas capaces de realizar maleficios malignos para los padres de la Iglesia..

Imágenes: Pixabay//Pinterest


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