El mercado de las criptodivisas tras la COVID-19

Publicado el 17 julio 2020 por Lauratuero @incubaweb

Cuando comenzaron a tener lugar las medidas de confinamiento durante la COVID-19, los ojos de cientos de miles de inversores comenzaron a hacer un seguimiento del comportamiento de las criptodivisas. Las circunstancias globales eran únicas y, como ha venido ocurriendo desde que las criptodivisas están en circulación, se esperaba una correlación entre la singularidad del momento y el comportamiento de las criptomonedas en los mercados.

El origen del Bitcoin: la crisis de 2008

No es necesario que nos vayamos demasiado atrás en el tiempo. Hace apenas una década atrás, el Bitcoin fue fundado por la misteriosa figura de Satoshi Nakamoto en el contexto de la crisis financiera de 2008. Se trataba de un momento histórico donde los grandes sistemas bancarios hacían aguas por la acumulación excesiva de una deuda insostenible. Esta deuda había crecido exponencialmente durante la década anterior en una vorágine especulativa que buscaba generar ingresos a toda costa, sin importar las potenciales consecuencias. El sistema bancario global pasó a ser cada vez más como un enorme castillo de naipes que podía derrumbarse en cualquier momento en cuanto fallase el soporte de una sola de sus cartas. Finalmente, la carta que lo desencadenó todo fue la caída de Lehman Brothers, y el resto es historia.

Un sistema descentralizado

El surgimiento del Bitcoin justo en ese contexto resultaba particularmente oportuno gracias a la descentralización inherente del Bitcoin gracias al sistema blockchain. En un mundo donde las direcciones de los grandes bancos habían fallado al sistema económico global, el Bitcoin se constituía desde la premisa de prescindir completamente de una institución centralizada capaz de controlar el flujo de dinero. Esta característica, sumada a la anonimidad, hizo que las criptodivisas comenzaran a despegar y se convirtiesen en un valor al alza donde invertir en momentos de crisis global.

¿Una nueva crisis mundial?

Las medidas destinadas a combatir la pandemia global que comenzaron a establecerse en todas las regiones del mundo a partir de los meses de febrero y marzo de 2020 supusieron un duro golpe para la economía de todos los países y han condenado al planeta a una recesión global generalizada para el año 2020, con una recuperación económica que no se espera hasta bien entrado 2021. Las criptodivisas, como ya lo hicieran en el momento de su nacimiento, están volviendo a ser un valor refugio de primera línea.

Criptodivisas al alza

Dentro de este marco, las criptomonedas están teniendo un protagonismo al alza. El Bitcoin está cerca de doblar su precio de los 4600 € de marzo a los 8200 € que está promediando en el mes de julio, mientras que el Ethereum precio euros ha pasado de los 109 € a los 214 € y, por su parte, IOTA aspira a triplicar su valor, pasando de los 0,09 € a los 0,022 €. Las personas que invirtieron en criptodivisas el pasado mes de marzo doblaron su inversión en apenas cuatro meses, y se espera que estos precios continúen un ascenso muy robusto y acelerado durante el próximo año.

El efecto multiplicador del e-commerce

La pandemia supuso un cierre efectivo global del comercio de proximidad, con lo que millones de personas se pasaron al comercio online por primera vez para poder adquirir productos de primera necesidad. Este auge del comercio digital en detrimento del comercio presencial está teniendo su correlato también en el mercado de las criptodivisas, donde cientos de miles de nuevos inversores están llenando el mercado de criptomonedas por primera vez. Su llegada en masa está impulsando al alza los precios de todas las criptomonedas y haciendo que invertir en ellas resulte cada vez más rentable y más seguro. El éxito cada vez más extraordinario de plataformas digitales como Amazon, Spotify, Netflix o la propia Google nos recuerda que, en un mundo digital, la fuerza económica está destinada para las divisas digitales.

Divisas cada vez más robustas

Después de más de diez años de recorrido, las criptodivisas están demostrando que son una inversión cada vez más segura y que su recorrido no ha hecho más que comenzar. Después de la gran caída de precios del Bitcoin entre 2017 y 2018, consecuencia del boom experimentado durante los meses anteriores, muchos especialistas trataron de pronosticar sin éxito el fin de las criptomonedas. La realidad es bien diferente. Gracias a la robustez del sistema de blockchain, las criptodivisas muestran una capacidad de resistencia asombrosa frente a este tipo de vaivenes y, apenas un par de años después de aquella turbulencia, la capacidad de recuperación del Bitcoin está asombrando de nuevo al mundo.