Tres datos confirman la sospecha que hemos planteado en varios artìculos de que la crisis ha encontrado su nuevo epicentro en España. Por un lado el alto desempleo que este mes superará el 24% y el próximo el 25% mientras el desempleo juvenil ha igualado al de Grecia con el 50%; La fuerte caída de la cotización bursatil de la banca que llevó al Ibex a perforar los 8.000 puntos en marzo y los 7.000 puntos la semana pasada; y el nerviosismo encadenado que ha empujado a los CDS de deuda pública sobre el 6% (ver gráfica), amplificando la tensión que se propaga a todo lo ancho de Europa.
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