Los rosales de esqueje tienen muchísimas ventajas, tal y como tantas veces hemos comentado en otras entradas del blog.Hay rosales que, en sus propias raíces, se extienden por el suelo hasta donde pueden. Otros, como es el caso de las rosas de té, dan menos problemas esquejados que injertados.
Este método que os presento, el de la bolsa de congelar, lo leí en la web de Paul Barden ( http://www.rdrop.com/~paul/hulse.html ) , dentro de los artículos que recoge sobre reproducción. Esta temporada lo he querido probar y no me quejo de los resultados, en especial con rosales de té. He adaptado el sistema a mis necesidades y posibilidades.
Necesitamos:
-Bolsas de congelar. Yo uso de las más baratas, aunque en el artículo citado usaban una de cierre zip.
-Cuerda, para cerrar la bolsa, ya que no uso zip-lock.
-Esquejes. Preferiblemente con talón, ya en esas zonas de unión existe un tejido más favorable para que salgan raíces. La idea es cortar un esqueje justo desde la intersección con la rama. El estado perfecto para el éxito del esqueje es el que tiene la madera justo después de haber florecido el tallo.
-Sustrato. Uno cualquiera, que humedeceremos bien.
El procedimiento es muy sencillo:1)Quitamos las hojas inferiores de los esquejes, para evitar que toquen el sustrato. Es una forma de evitar hongos y podredumbres innecesarias
2)Llenamos la bolsa con la tierra humedecida. No es necesario que haya mucha. Las bolsas con la tierra se mantienen bien en pie, pero si notáis que no tienen suficiente estabilidad, utilizad un tiesto, como si fuera un aro para contener el contenido desparramado de la bolsa.
3)Ponemos los esquejes. Yo pongo 4 o 5 en estas bolsas de congelado.
4)Cerramos bien. Se pretende saturar la atmosfera de dentro de la bolsa.
5)Colocamos la bolsa a media sombra. El calor del verano y unas cuantas semanas harán el resto. El plástico transparente nos permite apreciar la nascencia de raíces.
6)Trasplantamos.
En el esqueje de Nozomi de la primera foto se ven suficientes raíces como para que pueda sobrevivir fuera. Usaremos un sustrato ligero, procurando no romper las raícillas con el trasplante.
7)Colocamos el tiesto protegido del sol. Es necesario para que no se seque el esqueje, por lo limitado de su sistema radicular.
8) Pasadas algunas semanas, ya podemos colocar el esqueje al sol, sin olvidarnos de hidratarlo bien y empezar a abonar.
Este sistema me ha dado buenos resultados con Nozomi, Marie Van Houtte, Rosette Delizy y Cinderella y no tanto con híbridos de té.
"Una rosa es una rosa es una rosa". Gertrude Stein.