Si nos dejásemos llevar por los impulsos naturales que nos invitan a invertir, nuestros negocios serian mucho más viables, cada euro invertido rezuma rentabilidad.Somos miedosos porque nuestro instinto de supervivencia nos conduce a ser cautos, a tomar precauciones, es un mecanismo que posee nuestro instinto para evitar descalabros emocionales, sería interesante saber qué pasaría con nuestras vidas si no lo tuviésemos, también nos sirve para protegernos de lesiones y riesgos que pudiesen costarnos la propia vida.
Si nos dejásemos llevar por los impulsos naturales que nos invitan a invertir, nuestros negocios serian mucho más viables, cada euro invertido rezuma rentabilidad.Somos miedosos porque nuestro instinto de supervivencia nos conduce a ser cautos, a tomar precauciones, es un mecanismo que posee nuestro instinto para evitar descalabros emocionales, sería interesante saber qué pasaría con nuestras vidas si no lo tuviésemos, también nos sirve para protegernos de lesiones y riesgos que pudiesen costarnos la propia vida.